¿Sabías que el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) es una de las principales causas de hospitalización en lactantes y niños debido a infecciones respiratorias inferiores agudas?, eso asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En México, entre agosto de 2022 y febrero de 2023, el VSR fue responsable de más del 40% de este tipo de infecciones en los pequeños y en la pasada estación invernal 2023-2024 su presencia entre los virus respiratorios fue predominante en grupos de edades entre 1 y 4 años, menores de un año y entre 5 y 9 años.
La infección por VSR puede derivar en situaciones graves como bronquiolitis y neumonía que pueden requerir hospitalización. “Este virus es altamente contagioso. En el caso de los niños, pueden transmitirlo por contacto estrecho en guarderías o escuelas, por ejemplo. Mientras que otras vías de contagio ocurren cuando una persona infectada tose o estornuda y las gotitas con virus entran por ojos, nariz y boca o cuando una persona entra en contacto con superficies en las que han caído partículas con el virus,” explica el doctor Carlos Molina, Gerente Médico de Vacunas en Pfizer México.
Síntomas
Los síntomas principales son: escurrimiento nasal, poca hambre, tos, estornudos, sibilancias y en algunos casos fiebre, a menudo se manifiestan en fases y no todos a la vez. Los bebés y los adultos mayores tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones graves y necesitar hospitalización. Los bebés muy pequeños (de 6 meses o menos) pueden presentar además irritabilidad, menor actividad, dificultad para respirar, ingesta reducida de líquidos y alimentos y apnea.
“Para reducir el riesgo de contagio del VSR se recomienda quedarse en casa, mantener la distancia social, lavado de manos, y cubrirse el rostro al toser o estornudar. Pronto contaremos con otra herramienta de prevención que beneficiará a miles de personas, principalmente las más susceptibles”, puntualiza el Doctor Molina.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
Los bebés y los adultos mayores tienen más probabilidades de desarrollar VSR grave y necesitar hospitalización.
Bebés prematuros. Niños pequeños con defectos cardiacos congénitos y con enfermedad crónica de los pulmones.
Niños pequeños que tienen el sistema inmunitario deprimido debido a una enfermedad o un tratamiento médico.
Embarazadas.
Los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, hepáticas o hematológicas) o inmunodeprimidos, (por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/sida), quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).