Se sabe que hasta el 70% de los adultos mayores presentan alteraciones en la microbiota intestinal. Este dato es relevante por la importancia que tiene el equilibrio microbiano en el intestino, que no sólo tiene que ver con una buena digestión, sino también se han detectado importantes efectos en el sistema inmune, estado de ánimo y la prevención de enfermedades.
Como sabemos, la microbiota está compuesta por billones de microorganismos, en especial bacterias, que coexisten en simbiosis con nuestro cuerpo. Dichas comunidades microbianas contribuyen a la digestión de alimentos, sintetizar vitaminas, brindan protección contra patógenos, además de regular la respuesta inmune. Si bien la composición de la microbiota se crea desde el nacimiento, va cambiando a la largo de la vida, según aspecto como la dieta, los medicamentos y la edad.
Desde diabetes hasta Alzheimer, consecuencias de una microbiota en desequilibrio En especial, después de los 65 años va bajando la diversidad y estabilidad de la microbiota, lo que puede dar origen a un desequilibrio (disbiosis) de la misma, causado por una dieta menos variada, los medicamentos que se consumen y hasta por el aislamiento social. Esta disbiosis puede ocasionar procesos inflamatorios que se asocian a la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, padecimientos cardiovasculares y trastornos neurodegenerativos.
Muchas veces olvidamos ver a nuestro cuerpo como un todo, donde cada órgano se comunican y relaciona con los demás. Es el caso del intestino y el cerebro, que se comunican constantemente mediante señales bioquímicas y neuronales, donde la microbiota tiene un papel crucial. Investigaciones han demostrado que la microbiota saludable puede mejorar la función cognitiva, mientras que la disbiosis se relaciona con síntomas depresivos, ansiedad e incluso enfermedades como Alzheimer.
De hecho, investigadores del Cinvestav, la UAM y la UNAM han explorado cómo la microbiota intestinal podría afectar el desarrollo del Alzheimer. Según sus estudios cambiar la microbiota podría disminuir el deterioro cognitivo y reducir la neuroinflamación, lo que ofrece una vía para controlar esta enfermedad.
La microbiota intestinal, un nuevo biomarcador de salud en el envejecimiento Además, estudios sugieren que una microbiota diversa y equilibrada se asocia con una mayor masa muscular, mejor movilidad y, en consecuencia, menos riesgo de caídas.
Aún hay varias áreas por investigar en relación a la microbiota y la salud de los adultos mayores. De hecho, la microbiota intestinal se perfila como un nuevo biomarcador de salud en el envejecimiento. “Entender su funcionamiento y repercusiones puede dar paso a nuevos tratamientos innovadores, que prolonguen y mejoren la calidad de vida. Por lo que son una prometedora área de investigación”, afirma la doctora Solange Heller Rouassant.
De ahí que Biocodex, laboratorio francés, invita a los médicos con investigaciones relacionadas con la importancia de la microbiota en la salud de los adultos mayores, a participar en la convocatoria donde se ofrece un fondo de 25 mil euros a una investigación mexicana sobre el tema.