Cada 26 de enero, el Día Mundial de la Educación Ambiental se celebra con el propósito de reflexionar sobre la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Esta fecha se ha convertido en un momento clave para sensibilizar a la sociedad sobre la urgencia de proteger y preservar nuestros recursos naturales, fundamentales para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
La educación ambiental juega un papel crucial en este proceso, ya que no solo se trata de compartir información, sino también de inspirar una acción concreta y responsable. La conmemoración de este día busca promover una mayor conciencia social acerca de los desafíos ambientales que enfrentamos, como el cambio climático, la deforestación, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Al entender estas problemáticas, las personas pueden modificar sus hábitos cotidianos, adoptando prácticas más sostenibles que contribuyan a la conservación del planeta.
En este sentido, uno de los mayores obstáculos sigue siendo la falta de información y la comprensión sobre cómo los pequeños cambios en nuestro día a día pueden generar un impacto positivo en el medio ambiente. Por ello, la educación ambiental no se limita al aula, sino que se extiende a programas de aprendizaje tanto formales como informales, los cuales tienen el poder de empoderar a los individuos. Desde la reducción del consumo de plásticos hasta la participación en iniciativas de reforestación, cada acción cuenta.
Un ejemplo de cómo las empresas pueden contribuir es IMURecicla, un esfuerzo enfocado en el manejo responsable de pilas usadas, ha recolectado más de 1,400 toneladas desde su lanzamiento. Con el objetivo de evitar la contaminación del aire, suelo y agua, el programa pone a disposición de la comunidad columnas recolectoras en lugares públicos, facilitando que las personas depositen sus pilas de manera segura.
Además, la iniciativa impulsa proyectos como el Concurso Escolar “Nuestro planeta es la neta”, destinado a fomentar hábitos de reciclaje entre niños y adolescentes, y el Concurso de Cartel y Video, dirigido a jóvenes universitarios. Este certamen busca aprovechar la creatividad de los jóvenes para generar contenido visual y audiovisual que sensibilice sobre la contaminación y la necesidad de cuidar el medio ambiente.
El Día Mundial de la Educación Ambiental nos recuerda que el futuro del planeta está en nuestras manos, y es a través de la educación y el compromiso que podremos lograr un cambio real y duradero.