HEPATITIS: PREVENIBLE, TRATABLE Y CURABLE

“Unos 50 millones de personas son portadoras del virus de la hepatitis C”.

Lorena Ríos
Bienestar
Hepatitis

Para aquellos pacientes que recibieron un trasplante de hígado, la terapia inmunosupresora es vital para evitar el rechazo del órgano trasplantado y lograr la mejor calidad de vida posible.

Las hepatitis virales B y C afectan a 325 millones de personas en el mundo y son responsables de 1.4 millones de muertes al año, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo cual se le considera la segunda enfermedad infecciosa mortal más importante después de la tuberculosis y nueve veces más personas están infectadas con hepatitis que con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

La hepatitis es prevenible, tratable y, en el caso del virus de hepatitis C, curable. Sin embargo, más de 80% de las personas que viven con hepatitis carece de servicios de prevención, pruebas y tratamientos.

Al respecto, el doctor Andrés Beck Magaña, médico cirujano y gerente médico de Caritas Pharma, resalta que “la hepatitis, especialmente tipo B y C, es causa principal de enfermedades crónicas que a menudo resultan en la necesidad de un trasplante de hígado. La prevención y el tratamiento oportuno de estas infecciones pueden reducir significativamente la necesidad de trasplantes hepáticos. Es fundamental la educación en la población sobre cómo protegerse contra estas infecciones y sobre la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado”.

La vacunación y el acceso a tratamientos antivirales son pilares fundamentales en la lucha contra la hepatitis. Además, el diagnóstico temprano permite intervenciones que pueden prevenir la necesidad de un trasplante.

Aunque la hepatitis C y los trastornos autoinmunitarios tienden a recidivar en el hígado trasplantado, la supervivencia sigue siendo buena. Después del trasplante, el porcentaje de receptores de un trasplante hepático que sobreviven es al cabo de un año de 90 a 95%; al cabo de tres años, de 80 a 85%; y al cabo de cinco, de alrededor de 75 por ciento.

Para aquellos pacientes que recibieron un trasplante de hígado la terapia inmunosupresora es vital para evitar el rechazo del órgano trasplantado y así lograr la mejor calidad de vida posible. Estos medicamentos, aunque cruciales, requieren una gestión cuidadosa para evitar complicaciones; por ejemplo, limitar el riesgo de infecciones y enfermedades.

El especialista detalla que las terapias con inmunosupresores pueden ser de inducción, de uso intravenoso, para prevenir el rechazo agudo y crónico durante las primeras semanas postrasplante, o de mantenimiento, de uso oral, que se deben tomar a largo plazo para conseguir una buena función del injerto con la máxima supervivencia del receptor.

“El 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, cuya meta es aumentar la conciencia y prevención de las hepatitis virales. También pretende reducir la necesidad de trasplantes de hígado y mejorar los resultados para aquellos que lo requieren”, menciona Beck, aprovechando la ocasión para fomentar la donación de órganos: “La generosidad de los donantes puede ofrecer una nueva oportunidad de vida a quienes enfrentan enfermedades terminales hepáticas y otras condiciones severas. Es uno de los gestos más altruistas y valiosos que una persona puede hacer”.

En Caritas Pharma es un compromiso generar conciencia sobre la importancia de la donación de órganos, reconociendo y honrando a todas aquellas personas donantes que han regalado vida a más personas.

La labor continúa para que la brecha de espera sea cada vez menor. “Bajo el enfoque ‘cuidado de la vida’ buscamos proporcionar soluciones significativas en sectores específicos como terapias orales, hemoderivados, biosimilares, biotecnológicos, inyectables y tratamientos que salvan vidas, como los inmunosupresores”, destaca Beck en el marco del aniversario de la farmacéutica en México.

Prueba

La OMS anunció la precalificación del primer autotest de diagnóstico de la hepatitis C, una de las formas más graves de la enfermedad, algo que abre la puerta a su distribución a las redes sanitarias en todo el mundo, incluidos países en desarrollo.

El test, denominado OraQuick, es una versión de la prueba de anticuerpos del mismo nombre que la OMS ya había precalificado en 2017, aunque en este caso puede ser realizada por el propio paciente, algo con lo que la agencia sanitaria de la ONU espera “acelerar los esfuerzos globales para eliminar la hepatitis C”.

El organismo internacional calcula que unos 50 millones de personas en el planeta son portadoras del virus de la hepatitis C, pero solo 36% ha sido diagnosticado y un porcentaje aún menor, de 20%, recibe tratamiento.

La hepatitis C se considera una de las formas más graves de la enfermedad, ya que puede derivar en formas agudas y crónicas, y en algunos casos en dolencias como cirrosis o cáncer hepático.

Órgano vital

Hepatitis significa inflamación del hígado. Es un órgano vital que procesa los nutrientes, filtra la sangre y combate las infecciones. Cuando se inflama o se daña, su funcionamiento puede resultar afectado.

El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, algunos medicamentos y ciertas afecciones médicas pueden causar hepatitis. Sin embargo, la mayoría de las veces es un virus lo que causa esta enfermedad. Los tipos de hepatitis virales más comunes son hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C.

Recomendaciones

  • Ampliar el acceso a pruebas y al diagnóstico.
  • Aplicar de manera efectiva las políticas para lograr un tratamiento equitativo.
  • Reforzar los esfuerzos de prevención en la atención primaria.
  • Simplificar la prestación de servicios y optimizar la regulación y el suministro de productos.
  • Incrementar la inversión.
  • Utilizar datos mejorados para la acción.
  • Implicar a las comunidades afectadas y a la sociedad civil.
  • Impulsar la investigación para mejorar el diagnóstico y tratamientos curativos de la hepatitis B.

Fuente: OMS