En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, es importante hacer de nuestra salud digestiva una prioridad. Hoy en día, diversos estudios científicos demuestran que el desequilibrio de la microbiota digestiva tiene un impacto directo en el estado de ánimo de las personas. Esta es otra razón para cuidar de ella, pues hasta un 90% de la serotonina producida en el cuerpo humano tiene origen en el sistema digestivo.
La microbiota, conocida previamente como flora intestinal, es un conjunto de microorganismos que residen a lo largo del sistema digestivo, contiene 100 billones de microorganismos, incluyendo más de 1,000 especies diferentes de bacterias y más de 3 millones de genes. La microbiota intestinal es única y diferente en cada individuo y desempeña un papel muy importante en nuestras vidas y en el funcionamiento de nuestro organismo.
La serotonina, también conocida como ‘la hormona de la felicidad’ es un neurotransmisor que nos ayuda a regular el estado de ánimo, así como el apetito y otras funciones cognitivas. La microbiota digestiva está implicada en una parte de su producción, pues algunos microorganismos favorecen la generación de una enzima clave para producirla. Es por ello que tener una microbiota digestiva equilibrada no solo es vital para la prevención de enfermedades metabólicas y crónicas, sino que puede ayudar a optimizar también nuestra salud mental, explicó Alejandra Romero, delegada general de Instituto Danone de México y especialista en Nutrición.
De acuerdo con Alejandra Romero, existen diversas causas que pueden alterar la microbiota intestinal, desde factores genéticos, la alimentación, el estrés crónico, la falta de sueño y llevar una vida sedentaria. Asimismo, la especialista brindó algunos consejos para cuidar de la microbiota digestiva:
Mantener una dieta equilibrada y rica en probióticos: Es imprescindible incluir en tu día a día frutas, verduras, legumbres y semillas. Además, es esencial consumir con frecuencia alimentos fermentados , como el yoghurt, que contienen microorganismos vivos que pueden ayudar a equilibrar nuestra microbiota y mejorar nuestra salud digestiva.
Hidratarse adecuadamente: El agua es esencial para todos los procesos corporales, incluida la digestión. Beber al menos dos litros de agua al día ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos en el intestino, lo cual es vital para la función digestiva y la salud de la microbiota, pues favorece a los microorganismos presentes en el tracto digestivo.
Reducir el estrés y practicar actividad física con regularidad: Reducir el estrés y mantenerse activo físicamente con al menos 30 minutos de actividad diaria puede relajar el sistema digestivo y beneficiar la proliferación de bacterias, así como la producción de serotonina.