La obesidad y la diabetes son dos de los desafíos más grandes de salud pública que enfrenta México en la actualidad. La Federación Internacional de Diabetes reporta que más de 12 millones de mexicanos viven con diabetes, lo que posiciona a México entre los países con mayores tasas de prevalencia de esta enfermedad en el mundo.
Mónica Hurtado, nutrióloga de la iniciativa Quiero Saber Salud, la cual es una plataforma dedicada a la promoción de estilos de vida saludables, explica que los principales factores que contribuyen al desarrollo de estas enfermedades incluyen:
Factores genéticos: La predisposición genética juega un papel importante.
Sedentarismo: La falta de actividad física regular contribuye significativamente al aumento de peso y al desarrollo de diabetes tipo 2.
Factores psicológicos: El estrés y la falta de un descanso adecuado también están relacionados con el aumento de peso y la resistencia a la insulina.
Dieta alta en calorías y baja en nutrimentos: El consumo excesivo de alimentos altos en calorías puede contribuir, junto con el sedentarismo, al desarrollo de la obesidad.
Ambiente obesogénico: La fácil disponibilidad de alimentos no saludables y la falta de espacios adecuados para la actividad física favorecen la obesidad.
“Es fundamental entender que la obesidad y la diabetes son enfermedades multifactoriales. La prevención y el control requieren un enfoque integral que incluya una alimentación balanceada, actividad física regular y atención a la salud mental. En Quiero Saber Salud, estamos comprometidos a proporcionar información y recursos que ayuden a las personas a adoptar un estilo de vida saludable”, señaló Mónica.
Recomendaciones
Adoptar una alimentación saludable: Incrementar el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras se reduce la ingesta de azúcares y grasas saturadas.
Realizar actividad física regular: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los adultos realicen entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, o el equivalente en actividad vigorosa. Para niños y adolescentes, se sugiere una media de 60 minutos diarios de actividad física aeróbica moderada. En resumen, se aconseja un mínimo de 150 minutos de ejercicio moderado semanal para mantener una buena salud.
Fomentar la educación en salud: Es crucial educar a la población sobre la importancia de una alimentación equilibrada y la actividad física.
Crear entornos saludables: Promover políticas públicas que faciliten el acceso a alimentos saludables y espacios para la actividad física.
Atender la salud mental: Gestionar el estrés y garantizar un buen descanso son esenciales para mantener un peso saludable y prevenir la diabetes.
Combatir la obesidad y la diabetes requiere un esfuerzo conjunto que involucra a individuos, comunidades y gobiernos. Es vital que cada quien adopte hábitos de vida saludables y que se implementen políticas públicas que faciliten estos cambios. Con buenos habitos, es posible crear una sociedad más saludable y reducir la prevalencia de estas enfermedades crónicas. En Quiero Saber Salud, nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de los mexicanos a través de la educación y la prevención, y hacer de su salud una prioridad.