En mayo se conmemoró el Día Mundial de Medicina de Emergencia, que este año tiene como lema “Tu seguridad, nuestra prioridad”. Este día tiene como objetivo reconocer y honrar la labor de los profesionales, como médicos, enfermeras y técnicos de emergencias, que brindan atención médica crítica en situaciones de urgencia. Estos héroes anónimos de la salud dedican sus vidas a brindar atención médica y tomar decisiones en momentos clave que pueden cambiar el rumbo de la historia de un paciente.
Este año, la campaña del Día de la Medicina de Medicina de Emergencia está dedicada a la seguridad. Seguridad para los pacientes, que necesitan cuidados, atención y alivio al dolor y la enfermedad. Seguridad para los colegas, que necesitan poder trabajar en un entorno seguro, durante el número adecuado de horas y con el número apropiado de pacientes para poder dedicarles la cantidad conveniente de tiempo y energía.
De acuerdo con el Dr. Daniel Sánchez Arreola, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias (SMME), “este día es una oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de la atención médica de emergencia y el papel vital que desempeñan los profesionales para salvar vidas. También destaca los desafíos y las dificultades a las que se enfrentan en su trabajo diario, incluida la toma de decisiones rápidas y precisas, el manejo del estrés, la presión y las condiciones difíciles que muchas veces se enfrentan en su trabajo”.
Agrega también que; “la investigación ha demostrado que la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales perjudica a los pacientes y puede provocar la pérdida de vidas, como lo demuestra un estudio publicado en 2022 por el Emergency Medicine Journal que establece que los pacientes que esperaron en urgencias más de 6 a 8 horas desde su llegada, tienen un 8% más riesgo de morir.”
En México, la medicina de emergencia desempeña un papel crucial en la atención de las principales causas de muerte del país, como lo son las enfermedades de corazón o las enfermedades cerebrovasculares.
Las enfermedades “tiempo-dependientes”, entendiendo como tales aquéllas en las que el retraso diagnóstico o terapéutico influye negativamente en la evolución y el pronóstico del proceso, son consideradas críticas en las emergencias, ya que su morbimortalidad está directamente relacionada con la demora para iniciar el tratamiento. Estas condiciones médicas requieren de una atención inmediata para minimizar el riesgo de complicaciones graves e incluso la pérdida de vidas.
Un infarto cerebral es una emergencia médica, puesto que cada minuto es vital cuando alguien está sufriendo la enfermedad, debido a que cada minuto mueren 2 millones de neuronas. Cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, mayor es el daño. Por ello, recibir atención médica inmediata puede salvar la vida de la persona y aumentar sus posibilidades de una recuperación exitosa. Es indispensable sensibilizar a la población sobre los síntomas y consecuencias del infarto cerebral, así como de la importancia de acudir a los servicios de emergencias para impactar en la disminución de los casos. Para ello, se ha dado a conocer a la población el acrónimo CAMALEÓN (CAra colgada, MAno pesada, LEngua trabada, ON de ponerse en acción y llamar al 911).
Considerando lo anterior, los profesionales de la medicina de emergencia que tienen el conocimiento necesario para actuar de manera inmediata y eficiente, son los primeros en llegar al lugar de los hechos o recibir al paciente en el servicio de urgencias. Su capacidad para evaluar rápidamente la situación, realizar un diagnóstico preciso y tomar decisiones críticas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo, tomando en cuenta de que en un infarto cerebral cada minuto cuenta, ya que entre más minutos pasen después de los síntomas, sin atención médica, se aumentan los riesgos de alguna afectación grave al cerebro.
Para finalizar, Sánchez Arreola destacó que; “los servicios de urgencias, sus pacientes y su personal deben ser reconocidos y apoyados como componentes integrales y vitales de un sistema de salud que funcione correctamente y que garantice que todos los pacientes de todo el mundo tengan acceso a una atención de emergencia segura cuando y donde la necesiten. Juntos, podemos crear conciencia sobre su trabajo esencial y garantizar que se les brinde el reconocimiento y apoyo que merecen”.
Es importante crear conciencia sobre la necesidad de contar con sistemas médicos de emergencia que estén bien desarrollados, bien preparados y organizados en todo el mundo para aumentar la supervivencia y reducir la discapacidad después de cualquier tipo de situación médica urgente o emergente.