Cada 24 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Tuberculosis, una fecha clave para reflexionar sobre esta enfermedad infecciosa que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo. La tuberculosis es causada por el bacilo tuberculoso y se transmite a través del aire cuando una persona enferma tose, estornuda o habla. Aunque es prevenible y tratable, su incidencia ha aumentado en los últimos años.
Se estima que una cuarta parte de la población mundial está infectada con la bacteria, aunque solo entre el 5% y el 10% desarrolla la enfermedad. En 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó 8.2 millones de nuevos casos, la cifra más alta desde 1995. Este incremento se debe, en gran parte, a las interrupciones en los servicios de diagnóstico y tratamiento durante la pandemia de COVID-19, lo que ha llevado a un aumento en la transmisión y la mortalidad.
El Dr. Miguel Ángel Salazar, neumólogo de la Clínica de Tuberculosis del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y aliado de Fundación CTR para la difusión de información veraz sobre esta enfermedad, destaca que la frecuencia de la tuberculosis varía en distintas regiones del mundo. En México, que forma parte de la región de las Américas según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registran oficialmente alrededor de 28 mil casos anuales, aunque se estima que el subregistro podría elevar esta cifra hasta 30 mil. Además, señala que la incidencia de la enfermedad es mayor en estados del norte como Baja California, Sonora y Sinaloa, mientras que, en zonas del centro del país, como Tlaxcala, Puebla e Hidalgo, los casos son menos frecuentes.
Adicional, la Dra. María Fernanda Fuentes, médico infectólogo adscrito a la clínica de tuberculosis del INER comenta que “Es fundamental reforzar el acceso a la detección temprana y tratamiento adecuado para reducir el impacto de la tuberculosis en nuestras comunidades. La prevención es clave para erradicar esta enfermedad”.
Fuentes comentó que los grupos más vulnerables de contraer tuberculosis son aquellos que tienen desnutrición, enfermedades crónicas como diabetes, sistemas inmunes debilitados, fumadores y personas con alto consumo de alcohol. También señala que quienes viven con VIH tienen 16 veces más probabilidades de contraerla.
La tuberculosis siempre se ha relacionado con los adultos; sin embargo, los niños no están exentos de enfermarse; por ello, es importante conocer los signos de alerta como:
· Tos persistente y fiebre prolongada.
· Pérdida de peso sin razón aparente.
· Falta de energía o cansancio extremo.
Si un niño ha estado en contacto con una persona con tuberculosis, es crucial acudir al médico para un diagnóstico temprano. Además, la desnutrición y la falta de vacunación pueden aumentar significativamente el riesgo de infección.
Diagnóstico y tratamiento: claves para la erradicación
El acceso a pruebas de diagnóstico es fundamental para controlar la tuberculosis. En México existe una amplia cobertura en el sector salud, así que, si detectas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, acude a tu médico.
Entre los métodos convencionales para la detección de la Tuberculosis se encuentran la baciloscopia y el cultivo bacteriano y también existen los métodos rápidos como la prueba molecular GeneXpert, que permite un diagnóstico en pocas horas.
Además, se realizan muestras pulmonares y extrapulmonares, según las indicaciones clínicas del paciente.
El Día Internacional de la Tuberculosis es un recordatorio de que la lucha contra esta enfermedad sigue en marcha. A través de la educación, la prevención y el tratamiento adecuado, podemos salvar vidas y acercarnos a un mundo libre de tuberculosis.