Cuidar el intestino de los niños no es solo un tema de digestión, sino de proteger su salud integral, pues este órgano, uno de los más grandes del cuerpo, alberga la mayor parte del sistema inmunológico del cuerpo.
La microbiota intestinal, está formada por un mínimo de mil bacterias diferentes y alberga al 70% de nuestras células inmunes y más de 100 millones de neuronas que se conectan con el cerebro. Motivo por el cual nos protege de virus y bacterias que producen enfermedades. Por ello, si el sistema digestivo se encuentre en equilibrio no solo ayudará a prevenir infecciones gastrointestinales, sino que también fortalecerá las defensas, regulará el estado de ánimo y favorece el crecimiento de los pequeños.
Factores como una dieta inadecuada y estrés, pueden afectar negativamente la microbiota de los niños, lo que puede tener consecuencias a largo plazo. El Instituto Nacional de Salud Pública alerta que el 70% de los mexicanos presenta algún grado de desequilibrio intestinal, situación que se refleja cada vez más en la niñez. En la actualidad es muy común encontrar pequeños que, desde los 4 años, presentan colitis nerviosa.
Además, la falta de fibra y de bacterias buenas favorece el desarrollo de obesidad infantil, problemas digestivos crónicos, baja concentración y alteraciones emocionales. Con la finalidad de contrarrestar la problemática, el Gobierno de México, implementó el programa “Escuelas Saludables”, el cual busca eliminar la venta de alimentos ultraprocesados en más de 260 mil escuelas. Sin embargo, el cambio real empieza en casa.
De acuerdo con la Mtra. Angélica Díaz Aranda, especialista en nutrición, no hay alimentos ni totalmente buenos, ni totalmente malos. Hay comida que es recomendada para un consumo diario. “Todos ingerimos ciertos alimentos que sabemos, son de uso ocasional, y que no se deben incluir en una dieta correcta. Pero tampoco son veneno”.
“Normalmente todas las personas comemos un poco más o alimentos diferentes durante el fin de semana por las convivencias. En el caso de estos productos, que son del consumo ocasional, se recomienda que sean sin excesos. Al final, lo que nos interesa es que haya buenos hábitos a lo largo prácticamente de toda la semana”, puntualiza la nutrióloga.
Ante esto, Díaz Aranda invita a la población en general, pero principalmente a los padres y madres de familia, a establecer buenos hábitos desde casa, ya que “un buen regalo para los niños es cuidar su sistema gastrointestinal”. Para ello, brinda algunas recomendaciones que ayudarán a lograrlo.
Cuida su alimentación: En nuestro país tenemos un muy bajo consumo de frutas y verduras. “Se han hecho encuestas y vemos que no llegamos ni a tres porciones en el día”. Busca una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales, como aguacate, nopales, habas o garbanzos e incluye probióticos, como el Lactobacillus casei Shirota. Además, hay que cuidar que los pequeños desayunen siempre.
No descuides su hidratación: Las reglas de nutrición dicen que debe ser con agua pura. Se recomienda que sea 1 mililitro por cada caloría. Es decir, si en el plan de crecimiento del niño están establecidas mil 200, mil 400 o mil 600, estamos hablando de 1.2, 1.4 o 1.6 litros de agua.
Mantenlos activos: Anima a tus hijos a moverse a diario. El ejercicio estimula el sistema digestivo y ayuda a prevenir el estreñimiento. El ejercicio regular desde edades tempranas ayuda a mantener un aparato gastrointestinal saludable a lo largo de la vida.
Prioriza su descanso: Asegúrate de que duerman entre 7 y 8 horas cada noche. El descanso adecuado es crucial para su bienestar general, incluyendo su sistema inmune. Establecer una rutina de sueño regular será de gran ayuda.
Ayúdalos a manejar el estrés: Es prioridad enseñarles a desarrollar técnicas de manejo del estrés y para ello, puedes practicar con tu hijo técnicas de respiración profunda, meditación o juegos relajantes. Recuerda que existe una comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro.
En este Día del Niño, más allá de los regalos materiales, tenemos la oportunidad de obsequiar salud y bienestar para toda la vida. Celebrar a los pequeños también es
comprometernos a acompañarlos en cada paso de su desarrollo. Fortalecer su sistema digestivo no solo impacta su crecimiento, sino también su capacidad de aprender, de defenderse contra enfermedades y de sentirse emocionalmente equilibrado.