Embarazo en mujeres mayores de 40 años: retos y riesgos

Tener un hijo en esa etapa requiere atención especializada debido a los mayores riesgos que puede conllevar

Redacción
Bienestar
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El embarazo en mujeres mayores de 40 años ha aumentado significativamente en las décadas recientes como un reflejo del cambio en las dinámicas sociales y la mayor participación femenina en la vida laboral y profesional, de acuerdo con expertos como el doctor Carlos Maquita, especialista en biología de la reproducción humana.

Consultada con el mismo tema, la doctora Cintia García, socia titular activa de la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR), apuntó que, aunque muchas mujeres en la década de los 40 gozan de buena salud y pueden tener embarazos exitosos, tener un hijo en esa etapa requiere atención especializada debido a los mayores riesgos que puede conllevar tanto para la madre como para el bebé.

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud federal, en los últimos años, el número de mujeres mayores de 40 años que optan por la maternidad ha aumentado en un 20%, lo que refleja una tendencia global; sin embargo, el embarazo en esta etapa se asocia con una serie de riesgos biológicos y médicos. La disminución de la reserva ovárica, la mayor probabilidad de infertilidad, las complicaciones durante el embarazo y el parto, así como los riesgos genéticos para el bebé son algunos de los factores a tener en cuenta.

Por su parte, la doctora Lourdes Flores, integrante activa de la Sociedad Europea de la Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), explicó que conforme la mujer envejece la calidad de sus óvulos disminuye, lo que puede llevar a problemas de fertilidad o a un mayor riesgo de anomalías cromosómicas en el bebé y la probabilidad de aborto espontáneo también es más alta después de los 40 años.

La doctora Flores Islas, apuntó que el control prenatal temprano y adecuado es crucial para las mujeres que planean un embarazo después de los 40 años. “Las consultas periódicas con un médico obstetra especializado pueden ayudar a detectar problemas a tiempo y, en muchos casos, prevenir complicaciones graves; además, el monitoreo de la salud general de la madre, incluyendo su presión arterial, niveles de azúcar en la sangre y el bienestar fetal, es esencial para garantizar un embarazo lo más saludable posible”, recomendó.

La doctora Mejía agregó que “un enfoque preventivo, que incluya asesoramiento genético, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, el uso de técnicas de fertilización asistida, puede mejorar las probabilidades de un embarazo exitoso y reducir los riesgos tanto para la madre como para el bebé”.

Los especialistas coincidieron en apuntar que el embarazo después de los 40 años puede ser una experiencia maravillosa, pero también exige una mayor atención médica para garantizar la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé.

Con el monitoreo adecuado y un enfoque preventivo, muchas mujeres pueden tener embarazos saludables y exitosos, pero es esencial que las mujeres que planean tener un bebé a esta edad se informen y trabajen en conjunto con sus médicos para minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades de un embarazo seguro, concluyeron.