En el marco del Mes del Amor y la Amistad, surge un tema crucial: el consentimiento sexual. Este principio es fundamental en todas las relaciones interpersonales, pero, alarmantemente, 35% de los adolescentes mexicanos desconocen su significado, según la asociación Infancia Libre de Abuso Sexual (ILAS). Esta cifra pone de manifiesto la grave falta de educación integral sobre límites, respeto y comunicación, elementos esenciales para construir relaciones saludables.
Dafna Viniegra, cofundadora de ILAS, señala en entrevista la necesidad de incorporar un lenguaje claro y accesible sobre sexualidad y consentimiento, especialmente entre los jóvenes, quienes aún carecen de las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y respetuosas.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), los casos de relaciones sexuales forzadas en mujeres a partir de los 15 años aumentaron del 3.9% en 2016 al 4.7% en 2021. Además, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que siete de cada diez mujeres de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia física o sexual por parte de su pareja, pero solo el 13.6% ha buscado ayuda institucional.
“El consentimiento es la capacidad de aceptar o rechazar cualquier tipo de intercambio físico. Muchas veces se asocia exclusivamente con prácticas sexuales avanzadas, pero el consentimiento abarca situaciones cotidianas como un beso, el derecho a cambiar de opinión, o la decisión de no querer continuar en una práctica íntima en cualquier momento. Este concepto es fundamental para asegurar relaciones basadas en el respeto y la equidad”, explica Viniegra.
La especialista subraya que la falta de claridad sobre el consentimiento, no solo en el ámbito sexual sino en todas las áreas de la vida, contribuye a la perpetuación de ciclos de abuso. “La ausencia de una educación adecuada sobre consentimiento priva a los jóvenes de su derecho a decidir sobre sí mismos y alimenta la culpa y la confusión”, afirma.
En este contexto, cuando el amor y las relaciones son el centro de atención, es importante recordar que la violencia nunca tiene justificación, sin importar la forma en que se manifieste. Más allá de las estadísticas y los datos sobre violencia en el noviazgo, es esencial comprender que ninguna provocación, por mínima que sea, puede legitimar el maltrato o la agresión.
En este contexto, Viniegra también resalta la importancia de hablar abiertamente con los adolescentes y fomentar una comunicación empática. “Lo ideal es mantener una conversación constante, sin juicios ni condenas sobre sus acciones, sino tratando de entender su perspectiva. Solo desde esta comprensión podemos ser una respuesta genuina a sus necesidades, y no reaccionar desde nuestros propios traumas”, señala.
Este panorama revela la urgencia de implementar políticas públicas y programas educativos que aseguren una formación adecuada en temas de consentimiento, respeto y relaciones saludables, elementos esenciales para el bienestar y el futuro de los jóvenes.
ILAS continúa su labor en la prevención mediante charlas reflexivas y actividades comunitarias, como el espacio seguro para mujeres sobrevivientes de abuso infantil, promoviendo la empatía y la comprensión en un entorno libre de violencia.