Donar en vida a través de técnicas mínimamente invasivas

Los avances quirúrgicos permiten que más personas puedan donar órganos en vida con menor riesgo y mejor recuperación

Redacción
Bienestar
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Cortesía Cleveland Clinic

Cada vez más personas alrededor del mundo están considerando la donación de órganos en vida como una forma concreta de ayudar a alguien cercano. Hoy, donar un riñón o parte del hígado es posible y seguro gracias al uso de técnicas quirúrgicas menos invasivas. Esta práctica, sin embargo, aún es poco conocida en países de América Latina, donde la cultura de la donación enfrenta múltiples desafíos.

Desde 2019, en la sede principal de Cleveland Clinic en Ohio, se realizan procedimientos laparoscópicos en donantes vivos de hígado y riñón. Este enfoque mínimamente invasivo ha marcado una diferencia importante en la experiencia del donante, permitiéndole una recuperación más rápida y con menos dolor.

“La cirugía laparoscópica permite que el donante vuelva a su rutina casi 50% más rápido que con la cirugía abierta, con un uso reducido de medicamentos y cicatrices mucho más pequeñas”, explica el Dr. Choon Hyuck David Kwon, director de Cirugía Hepática Laparoscópica en el Instituto de Enfermedades Digestivas y Cirugía de Cleveland Clinic.

Además de los beneficios físicos, este tipo de donación se puede programar previamente, lo que da tiempo al donante y al receptor para prepararse de forma adecuada. La donación en vida también es dirigida, lo que significa que el donante puede elegir a quién ayudar, sin necesidad de depender de redes nacionales de distribución de órganos.

Tecnología que permite nuevas posibilidades
Los trasplantes en vida son una parte de una tendencia creciente hacia procedimientos más complejos y personalizados. Durante el último año, se ha registrado un aumento significativo en los trasplantes multiorgánicos: combinaciones como hígado y riñón, corazón e hígado o incluso pulmón e hígado, son posibles gracias a equipos médicos especializados y al uso de tecnologías como la perfusión normotérmica, que permite conservar los órganos en un ambiente controlado hasta el momento del trasplante.

Uno de los casos recientes más representativos es el de un paciente que recibió un trasplante de pulmón y, posteriormente, de hígado. Durante la cirugía, el órgano hepático se mantuvo viable gracias a esta tecnología, asegurando mejores resultados.

Hacer visible una alternativa
Aunque el trasplante puede parecer una alternativa lejana para muchos pacientes, sobre todo en enfermedades como la cirrosis o la insuficiencia renal, la posibilidad de donar en vida amplía las opciones disponibles y ofrece nuevas oportunidades cuando el tiempo es un factor crítico.

“En América Latina, aún hay una percepción de que ciertas enfermedades avanzadas son el final del camino. Es fundamental hablar más sobre la posibilidad del trasplante, y sobre todo de la donación en vida como un camino accesible en algunos casos”, señala el Dr. Kwon.

Cleveland Clinic cuenta con representación en países como México y Colombia, facilitando el contacto entre pacientes locales y especialistas internacionales. Esta red permite explorar opciones de tratamiento con acompañamiento personalizado desde el primer momento.

El Dr. Kwon es director de Cirugía Hepática Laparoscópica en el Instituto de Enfermedades Digestivas y Cirugía de Cleveland Clinic. Se especializa en Oncología y Trasplante Hepático, incluyendo el Trasplante Hepático de Donante Vivo.

Completó su formación médica, incluyendo prácticas, residencia quirúrgica y especialización en trasplante hepático en Corea. Interesado en la cirugía mínimamente invasiva, el Dr. Kwon comenzó a realizar resecciones hepáticas laparoscópicas en 2008.

Ha colaborado con numerosos centros, tanto nacionales como internacionales, en el establecimiento de programas de trasplante hepático laparoscópico o de donante vivo, incluyendo la Clínica Cleveland.