Diez cosas que quizás estás haciendo mal con tu gato (y cómo corregirlas)

México cuenta con aproximadamente 16 millones de gatos en hogares y 27 millones de perros en situación de calle.

Redacción
Bienestar
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Gatos

Cada 17 de febrero se celebra el Día Internacional del Gato, una fecha que resalta la importancia del bienestar felino y la responsabilidad que implica su cuidado. En México, los gatos han ganado popularidad como animales de compañía, con un aumento en la inversión en su salud, alimentación y bienestar.

Sin embargo, garantizar su calidad de vida no se trata solo de ofrecer cariño, sino de asegurar que sus necesidades estén cubiertas con un enfoque integral basado en ciencia y en las Cinco Libertades y Dominios del Bienestar Animal.
El mercado petcare ha crecido significativamente en los últimos años, impulsado por la tendencia de humanización de los animales de compañía. Se estima que los mexicanos gastan entre $1,000 y $3,000 pesos al mes en el cuidado de sus gatos, considerando alimentos premium, consultas veterinarias, juguetes y accesorios para su bienestar, según el INEGI.

Este crecimiento en la inversión ha generado oportunidades en la industria de alimentación especializada, seguros médicos veterinarios y servicios personalizados, reflejando el interés de los dueños en ofrecer mejores condiciones de vida a sus felinos. Uno de los pilares fundamentales para el bienestar felino es la alimentación adecuada.

En México, el 78% de los dueños de gatos opta por alimentos premium o personalizados, buscando dietas más saludables y adaptadas a cada etapa de vida según la casa de alimentos de animales de compañía M.Intelligence. Sin embargo, un error común es alimentar a los gatos con croquetas de baja calidad o dietas caseras sin asesoramiento veterinario.

“Los gatos son carnívoros estrictos y necesitan una dieta rica en proteínas de origen animal y baja en carbohidratos. Alimentarlos incorrectamente puede derivar en deficiencias nutricionales y problemas metabólicos a largo plazo”, explica Luis Martín Rocha Méndez, Coordinador del Área Médica de la Fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama I.A.P, una organización con más de 40 años de trayectoria dedicada al rescate, rehabilitación y bienestar de perros y gatos en situación de vulnerabilidad en México.

La hidratación también es clave en la salud felina, ya que los gatos tienen un bajo impulso de sed y son propensos a enfermedades renales. Más del 60% de los gatos mayores de 7 años desarrolla enfermedad renal crónica, muchas veces debido a una ingesta insuficiente de agua según la SENASICA.

Para prevenirlo, se recomienda colocar bebederos en distintos puntos del hogar y ofrecer comida húmeda de manera regular. “El uso de fuentes de agua en movimiento puede estimular su hidratación y reducir el riesgo de enfermedades urinarias”, menciona Rocha Méndez. Otro factor clave en la salud felina es la esterilización, un procedimiento que no solo evita la sobrepoblación, sino que también mejora su calidad de vida.

En México, el número de gatos domésticos esterilizados en los hogares si bien ha crecido 45% en los últimos 5 años, todavía es significativamente bajo en proporción con su población, lo que contribuye al abandono y a la proliferación de enfermedades reproductivas.

Esterilizar a los gatos antes del primer celo reduce en un 90% el riesgo de tumores mamarios en hembras y en un 95% la posibilidad de infecciones uterinas, además de disminuir la agresividad y el marcaje en machos.

“Muchos gatos ocultan síntomas de enfermedad hasta que el problema está avanzado, por lo que es crucial realizar revisiones médicas anuales para detectar enfermedades metabólicas, renales y osteoarticulares antes de que se agraven”, enfatiza Rocha Méndez.

El entorno en el que vive un gato influye directamente en su bienestar. El 72% de los tutores de gatos en México ha modificado su hogar para incluir muebles diseñados especialmente para ellos, reflejando la importancia del enriquecimiento ambiental.

Los rascadores, estantes elevados y escondites seguros no son un lujo, sino una necesidad que permite a los gatos expresar su comportamiento natural y reducir el estrés. Además, la falta de actividad física es un problema creciente, ya que más del 50% de los gatos domésticos en zonas urbanas, tienen sobrepeso, aumentando el riesgo de diabetes y enfermedades articulares.

Para evitarlo, se recomienda jugar con ellos al menos 15 minutos al día con juguetes interactivos que estimulen su instinto cazador. El estrés es otro factor que afecta la salud de los gatos. Los cambios en el entorno, como mudanzas o la llegada de un nuevo miembro a la familia, pueden causar ansiedad y problemas de salud como la cistitis idiopática felina.

“Los gatos que viven en un entorno estable y predecible tienen menor incidencia de enfermedades relacionadas con el estrés. Es recomendable el uso de feromonas sintéticas, esconder lugares donde puedan refugiarse y mantener rutinas estables para reducir la ansiedad”, comenta Rocha Méndez.

El bienestar también depende de una correcta higiene del arenero. Un 60% de los problemas de eliminación inadecuada en gatos están relacionados con una mala limpieza o ubicación del arenero. La recomendación es tener un arenero por gato más uno extra, limpiarlo a diario y colocarlo en un sitio tranquilo y accesible.

También es fundamental contar con un sistema de identificación, ya que el 80% de los gatos que se pierden sin placa de identificación nunca regresan a casa.

Finalmente, el bienestar felino debe alinearse con las Cinco Libertades del Bienestar Animal, que garantizan que los gatos vivan libres de hambre y sed, malestar, enfermedades, dolor, miedo y que puedan expresar su comportamiento natural.

“Cada decisión que tomamos sobre el cuidado de un gato debe estar alineada con estas libertades. Desde la alimentación hasta el entorno en el que viven, garantizar su bienestar es un compromiso de por vida”, concluye Rocha Méndez.

El Día Internacional del Gato es una oportunidad para reflexionar sobre la responsabilidad que implica su cuidado y adoptar hábitos de tenencia responsable. Con una alimentación adecuada, acceso a atención veterinaria preventiva, un ambiente enriquecido y medidas de bienestar emocional, es posible mejorar su calidad de vida y garantizarles una vida larga y saludable