Las causas más comunes de sordera incluyen factores genéticos, condiciones de nacimiento, infecciones, medicamentos ototóxicos y envejecimiento, entre otros factores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo sufren de pérdida auditiva discapacitante, una cifra que resalta la importancia de abordar esta condición desde diferentes ángulos, incluyendo el deportivo.
Entre los múltiples beneficios del deporte, se destaca su impacto positivo en la salud auditiva y su capacidad para prevenir la vida sedentaria en personas con sordera. Una vida sedentaria puede empeorar problemas de salud que contribuyen a la pérdida auditiva y agravar condiciones a largo plazo como la demencia, la depresión, la hipertensión y problemas psicológicos.
“Los avances tecnológicos han permitido que los dispositivos auditivos sean cada vez más pequeños y cómodos, facilitando su integración en una rutina deportiva. Por ejemplo, los implantes cocleares llegan a restaurar parcialmente la audición en personas con pérdida auditiva severa. Combinados con las terapias y un seguimiento profesional desde la detección temprana, estos dispositivos han ayudado a muchos deportistas a mejorar su percepción del entorno y, en consecuencia, su rendimiento en el deporte”, indica la Dra. Jimena Atuán Rodas, Médico especialista en Audiología y Gerente de Soporte Clínico MED-EL.
La pérdida auditiva y otras discapacidades no constituyen una barrera insuperable en el ámbito deportivo. Con adaptaciones adecuadas y soluciones avanzadas, los atletas logran competir y destacarse en sus disciplinas. Además, el apoyo de instituciones oficiales y el creciente enfoque en la inclusión deportiva son fundamentales para avanzar hacia una sociedad más accesible para todos.