Depresión posparto incrementa hasta 80% riesgo de autismo

El desarrollo de neurodivergencias no sólo es un asunto genético, las condiciones del embarazo y posparto son importantes

Redacción
Bienestar
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Cortesía XtraordinarYpeople

“La depresión posparto aumenta hasta en un 80% el riesgo de que el niño o la niña tengan trastorno del espectro autista (TEA), por eso es vital que la atención perinatal (que abarca parte del periodo de gestación hasta el primer mes del neonato) sea absolutamente profesional y bajo los más altos estándares de calidad y comprensión integral”, indicó Adrián Trejo de la Rosa, CEO y cofundador de XtraordinarY People, un proyecto innovador que ofrece atención integral a personas con neurodiversidad, en España y próximamente en México.

Se estima que 20% de la población mundial, es neurodivergente, es decir, alrededor de 370 millones de personas tiene condiciones como dislexia, dispraxia, discalculia, síndrome de Tourette, déficit atencional con hiperactividad (TDAH) o que pertenecen al espectro autista.

El especialista en diseño y gestión de proyectos de neurociencias y pediatría, Trejo de la Rosa, recalca que los factores de riesgo del autismo y otras neurodivergencias no sólo son genéticos, sino que el entorno y las circunstancias en las que se desarrolla el bebé también son factores definitivos.

“Se conoce que sólo entre 5 y 10% de las personas con trastornos del desarrollo de tipo autista tiene origen genético. Existen otros factores epigenéticos, que no tienen que ver con la secuencia del ADN, como el entorno, que en combinación con la genética pueden aumentar el riesgo a desarrollar trastornos del espectro autista, como, por ejemplo, que la madre presente depresión posparto”, explica Trejo de la Rosa.

En este sentido, Trejo recalcó que es de vital importancia para el desarrollo de los niños que la atención perinatal sea profesional y especializada. Enfatizando la importancia que tienen diferentes aspectos en el futuro desarrollo síquico, desde el momento en que nos planteamos si queremos o no ser madres o padres; la concepción; el embarazo; el parto; el posparto y por supuesto la crianza temprana.

“Por este motivo en Xtraordinary People podemos empezar a valorar y ayudar a los padres desde el momento en el que toman la decisión de iniciar este proceso”, aclara Trejo.

Por otra parte, no es menos importante conocer que hay estudios que indican que las mujeres que se someten a tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) también tienen mayor riesgo de tener un hijo con problemas de desarrollo neurológico, aunque sea necesario hacer mayores estudios para conocer la posible causalidad.

“Una mujer que realiza un tratamiento de FIV puede tener mayor riesgo de que su futuro hijo presente un mayor riesgo de TEA y no propiamente por la FIV, sino que hay que valorar las condiciones subyacentes como la edad materna avanzada, problemas de fertilidad o incluso porque no ha podido realizar el proceso psicológico del embarazo igual, lo cual la predispone a una serie de circunstancias distintas durante toda la etapa perinatal. Y al final las experiencias, el entorno y las circunstancias del embarazo se expresan de una manera u otra”, añadió el especialista.

Además, recordó que el bebé desde que nace hasta el noveno mes de vida estructura su propio psiquismo partiendo de una simbiosis absoluta con la figura materna. Esta etapa es de vital importancia y precisa de una mayor observación por parte de los pediatras y otros profesionales, ya que es cuando se produce el proceso síquico de separación e individualización.

Trejo advierte que también es en ese momento cuando pueden aparecer los primeros síntomas que pueden derivar en un trastorno del espectro autista.

“Hay un momento biológico en el que el bebé empieza a sentir por primera vez que es una persona en sí misma, que empieza a diferenciarse de su madre, siendo este un proceso evolutivo complejo también para las madres que hasta ese momento actuaban como una misma persona en simbiosis con su bebé. Se trata de un punto de inflexión que, en ciertas ocasiones y según experiencias previas, podría favorecer la retracción en la socialización y el aislamiento del bebé, pudiendo ser el germen de un trastorno mayor en el futuro. Ese es uno de los puntos principales donde se produce la ruptura autística”, precisó.

Por la gran importancia que tiene la etapa perinatal para el desarrollo neurológico de todas las personas, Adrián Trejo anunció que como parte de Xtraordinary People México, se impartirá un posgrado sobre el desarrollo psíquico del bebé durante el primer año de vida, pues asegura que todavía existe mucho desconocimiento sobre lo que sucede durante la etapa temprana del desarrollo y siendo necesario poner en marcha nuevos estudios e investigaciones para avanzar en dicho conocimiento.

En octubre, Xtraordinary People pondrá en marcha sus dos primeros centros de atención integral a familias y a niños y niñas neurodivergentes o con problemas de desarrollo síquico y neurológico en México.