El cuerpo humano es un sistema complejo en el que las hormonas desempeñan un papel crucial en el equilibrio físico y emocional. Para muchas mujeres, experimentar fatiga, tristeza persistente y cambios en el estado de ánimo puede ser desconcertante, pero la pregunta clave es: ¿se trata de depresión o de hipotiroidismo? A propósito del Día Mundial de Lucha contra la Depresión que se conmemora cada 13 de enero, es fundamental explorar esta relación y resaltar la importancia de una detección oportuna.
Los síntomas que confunden
El hipotiroidismo es una de las enfermedades endocrinas más comunes que afecta principalmente a las mujeres. “Este diagnóstico es ocho veces más frecuente en mujeres que en hombres y se estima que en México 5.8 millones de personas lo padecen, de los cuales el 60% de ellos desconocen que lo tienen”, agregó la especialista en endocrinología, la Dra. Coralys Germania Abreu Rosario, médico especialista en Endocrinología.
Los síntomas incluyen fatiga constante, piel reseca, caída del cabello, aumento de peso inexplicable y, lo más relevante, cambios en el estado de ánimo que pueden confundirse con depresión.
Por otro lado, en México, 3.6 millones de adultos viven con depresión, siendo las mujeres las más afectadas. Los síntomas incluyen tristeza constante, dificultad para concentrarse, pérdida de interés en actividades y alteraciones del sueño. Con tanta superposición de síntomas entre ambas condiciones, diferenciarlas y conocer su origen puede ser confuso y un verdadero desafío.
La ciencia detrás de las emociones
“Se sabe que existe una relación entre los principales trastornos psiquiátricos y el hipotiroidismo. Estudios han revelado que la frecuencia de la depresión es 56% más alta en personas que viven con hipotiroidismo subclínico, en comparación con el 20% de los pacientes sin esta condición”, explicó la Dra. Abreu Rosario.
Las hormonas tiroideas, es decir tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), son esenciales para el metabolismo y el funcionamiento cerebral, influyendo en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, responsables del bienestar emocional.
“Cuando los niveles de estas hormonas disminuyen o se desequilibran, pueden surgir síntomas que afectan el estado de ánimo dando lugar a trastornos psiquiátricos tales como la depresión o ansiedad, que pueden corregirse mediante un tratamiento que apoye en una función tiroidea normal”, agregó la especialista.
La importancia de un diagnóstico preciso
“La prevalencia de depresión a lo largo de la vida en personas que viven con hipotiroidismo es aproximadamente el doble que en la población general. Ante la sospecha de depresión o hipotiroidismo, una evaluación médica integral es la clave para un seguimiento adecuado”, comentó la experta Abreu Rosario.
Generalmente, las mujeres acuden primero al psiquiatra, quien por rutina descarta una posible alteración tiroidea, ya que los signos del hipotiroidismo, como fatiga y tristeza, suelen confundirse con depresión. En este contexto, el endocrinólogo juega un papel fundamental al solicitar pruebas como la TSH (hormona estimulante de la tiroides) para atender de manera certera el diagnóstico de hipotiroidismo.
Esta afección tiroidea, de no atenderse de manera oportuna, puede llevar a complicaciones graves como: insuficiencia cardíaca, infertilidad, depresión severa, aborto espontáneo y defectos congénitos en los bebés. Es importante destacar que, tanto la depresión como el hipotiroidismo requieren tratamiento especializado: en el caso del hipotiroidismo, el uso de levotiroxina sódica permite equilibrar las hormonas tiroideas, mejorando significativamente la calidad de vida de las personas.
Una oportunidad para actuar
Existen herramientas digitales como el test “Mide Tu Tiroides” https://midetutiroides.endocrinologia.org.mx/ , un sencillo cuestionario que toma menos de un minuto en responderse permite a las personas identificar si están en riesgo de vivir con hipotiroidismo.
Adicional a ello, mantener un equilibrio hormonal tiroideo es fundamental para el bienestar emocional. Factores como una dieta saludable, ejercicio regular, manejo del estrés y chequeos médicos pueden ayudar a regular las hormonas. “Es importante recordar que ninguna mujer debe enfrentar sola esto. Consultar a un especialista no solo permite un diagnóstico certero, sino que también abre la puerta a un tratamiento efectivo y una mejora en la calidad de vida”, concluyó la Dra. Abreu Rosario.