CUIDADOS EN SALUD MENTAL MEJORAN LA CALIDAD DE VIDA

“Serotonina, un mensajero químico cerebral que regula las emociones”.

Lorena Ríos
Bienestar
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La salud mental es actualmente una de las mayores preocupaciones de la sociedad, afectada por acontecimientos desestabilizadores como las crisis económicas, la pandemia de Covid-19 o la guerra. Según el informe Global Health Service Monitor de Ipsos la salud mental se encuentra en el segundo lugar entre los problemas de sanidad mundiales (cinco puntos más que en 2021) y supera al cáncer en el ranking de las mayores enfermedades que enfrentan las naciones.

En el mismo informe se estima que a nivel global 58% de la población dice pensar “a menudo” en su bienestar mental.

De acuerdo con la OMS 15% de los adultos en edad laboral presenta algún trastorno mental, lo que supone pérdidas de más de un billón de dólares para la economía mundial y por ende esta problemática se presenta como un foco a priorizar para la movilidad socioeconómica de la comunidad internacional.

Especialistas en salud mental recomiendan a la población acudir a consulta ante síntomas que pueden incluir exceso de somnolencia, aumento en el apetito, tristeza, fatiga o desesperanza (entre otros), ya que podría tratarse de depresión estacional, una condición que repercute en la convivencia familiar, el desempeño laboral, escolar y actividades cotidianas.

Al respecto, la doctora Martha Alicia López Jaime, subdirectora Médica del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar (HP/UMF) No. 10 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que la depresión estacional es un tipo de padecimiento que se presenta con mayor frecuencia durante otoño e invierno.

“Se da principalmente, según algunos estudios, porque hay menos cantidad de exposición a la luz, provocando que muchos de los pacientes tengan el ánimo bajo; otro factor es la cuestión social, las fiestas decembrinas o la unión de las familias, ya que no todos lo perciben de la misma manera”, dice la especialista.

Refiere que, de no atenderse, estos trastornos tienden a volverse crónicos y el estado de ánimo puede empeorar hasta que la persona sea totalmente disfuncional en su día a día y en un extremo llegue a atentar contra su vida.

Señala que si la persona afectada no tiene la voluntad de acudir es recomendable que los familiares estén atentos a los cambios de ánimo para buscar ayuda de un experto. En este sentido, menciona que el IMSS brinda atención por medio de médicos siquiatras y sicólogos para atender a los derechohabientes. Asimismo, subraya que hay urgencias de siquiatría las 24 horas del día, los 365 días del año en caso de una crisis.

Además el IMSS cuenta con una línea de orientación médica telefónica en el 800-2222-668, donde ofrece una opción para apoyo en salud mental.

Caminatas y vitamina D

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastorno del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Este padecimiento puede cuadruplicar el riesgo de incapacidades y duplicar el riesgo de enfermedad cardiovascular, además de ser el principal factor de riesgo para atentar contra la propia vida y reducir la adherencia a otros tratamientos médicos.

Cabe señalar que algunos episodios depresivos siguen un patrón estacional, esto es, se presentan en invierno y se resuelven en primavera. A esto se le conoce como trastorno afectivo estacional. En población general la prevalencia de los trastornos afectivos estacionales se sitúa entre 4 y 8% y también es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Dentro de los factores de riesgo que se han relacionado con la depresión destacan: baja autoestima; personalidad demasiado dependiente, crítica o pesimista; haber sufrido un evento traumático o estresante, como la pérdida de un familiar o ser querido; factores ambientales (clima, latitud, zona geográfica) y nutricionales.

Con respecto del último punto diversos estudios sugieren que los patrones de alimentación saludables, como una dieta tipo mediterránea, y factores dietéticos específicos como los ácidos grasos Omega 3, algunos minerales como el magnesio y el zinc y ciertas vitaminas como folato, B6 y vitamina D, pueden influir en el riesgo de depresión.

Los bajos niveles de VD pueden ocasionar aumento en la concentración de calcio en las neuronas, disminución en la expresión de genes antioxidantes y reducción en la síntesis de serotonina, la cual es un mensajero químico cerebral que regula las emociones humanas. De hecho, es considerada como la hormona de la felicidad. La principal fuente de esta vitamina es la que se produce en la piel cuando nos exponemos a los rayos ultravioleta del Sol. Esta vía aporta cerca de 90% de la recomendación dietética y los alimentos contribuyen con apenas 10% (atún, salmón y aceite de hígado de bacalao).

Curiosamente, durante los meses invernales se detectan los niveles más bajos de vitamina D en el organismo debido a la menor exposición de la piel al sol por el uso de vestimenta gruesa que cubre casi por completo la superficie corporal.

Por último, Gabriela Cámara, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental CDMX hace un llamado a la población para prevenir la depresión estacional y mantener un autocuidado, tomando en cuenta que muchas personas en esta temporada invernal registran síntomas de tristeza y melancolía.

“Este trastorno afectivo estacional es más común en personas que viven en países altos o muy fríos, donde hay poca luz natural. Esto se debe a que la glándula en el cerebro que produce melatonina y que guía nuestro ciclo de sueño (cuando hay luz matutina ayuda a despertar y cuando hay oscuridad queremos dormir), hace que al haber poca luz las personas presenten dificultad para dormir” agrega.

Algunas recomendaciones son hacer actividades que se disfruten, aplicar baños de Sol, pasar más tiempo con familia y amigos, mantener una alimentación equilibrada, evitar la ingesta de muchos carbohidratos, y, de requerirlo, apoyarse en un terapeuta.

“Es importante mantenernos activos, haciendo alguna caminata al aire libre o actividad física, tomar vitamina D, cuidar nuestras horas de sueño y ser responsables en el consumo de alcohol”, concluye Cámara Cáceres, quien dice que en caso de manifestar algún síntoma de los antes indicados es importante acercarse a un especialista o buscar a una persona cercana para solicitar ayuda.