Muchos analistas han detallado que México es un país que está envejeciendo. Milennials y otras generaciones han tenido que tomar la batuta para cuidar de nuestros adultos mayores que cada vez son más.
Por una parte, esto nos habla de la longevidad de la población mexicana, pero también nos presenta retos para ofrecerles un correcto cuidado. Ante ello las cámaras de seguridad se presentan como una primera herramienta para el cuidado de la población adulta mayor cada vez más predominante, ya que se tiene una falsa idea de que en esta etapa las personas deben estar supervigiladas.
“Si bien los adultos mayores requieren cuidados, no significa que les quitemos su independencia. Aunque hay casos en donde su salud amerita cuidados más específicos, una vigilancia ad hoc a sus necesidades será suficiente para que ellos también disfruten de esa etapa de su vida”, recalca Julio Sarmiento, coordinador de marketing de Botslab.
“Estos productos ofrecen a las personas cuidar adecuadamente de sus adultos mayores y, muy importante, hablar con ellos a través de una videollamada”. Y es que la ONU indica que la soledad y el aislamiento social son factores de riesgo clave para las afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida.
Sarmiento destaca que este tipo de herramientas, como cámaras de Bostlab, que integran la Inteligencia Artificial a su tecnología, les da autonomía a los adultos mayores para poder seguir con su rutina “y así eliminar ese cliché de que es necesario supervisarlos 24/7”; aunque, reconoce, que hay casos en donde la vigilancia de tiempo completo es necesaria.
“Las cámaras de seguridad son un primer punto de apoyo para mantener una vigilancia y evitar que sufran accidentes que pongan en riesgo su vida, estar pendientes de que consumen sus alimentos a tiempo, que toman sus medicamentos o simplemente por si quieren charlar un momento con nosotros”, esto en el caso de cámaras interiores.
Pero, para proteger su integridad, las cámaras exteriores también son eficientes, ya que te ofrece la seguridad de saber cuándo salen, si reciben visitas o hay algún intruso cerca.
La importancia de saber utilizar las cámaras
María Montero y López Lena, experta en temas de envejecimiento de la UNAM, destaca que este tipo de herramientas tienen un costo y un beneficio, y el beneficio directo es para quienes asumen el cuidado o están preocupados por el adulto mayor, “el beneficio directo es que ellos tienen una noción de control sobre el adulto mayor, pero a excepción de que haya una condición extrema y esta implique una total inmovilidad, tener cámara podría invadir su privacidad”.
Por ejemplo, indica que el 85% de los accidentes ocurren en los hogares, siendo el baño donde más ocurren, pero no es prudente usar una cámara en estos espacios. Ella considera que el mejor uso es usarlas para vigilar a los cuidadores, ya que muchos tipos de maltratos vienen de cuidadores pagados o de familiares que están agotados con la labor.
“Debemos desarrollar una ética sobre el cuidado de manera muy sistemática, porque no son casos aislados en donde, por ejemplo, los adultos mayores, sobre todo los que ya rebasan los 80, que ya no hablan, que ya dependen totalmente de un cuidador, pueden presentar moretones o falsas caídas porque el cuidador se cansa y, eventualmente maltrata, incluso hay maltrato de la misma familia”, señala la experta.
Pero esto también presenta un dilema ético. La doctora Nayely Vianey Salazar, coordinadora del grupo de trabajo de cuidados paliativos de la Facultad de Medicina de la UNAM, recalca que si las cámaras se usan para el cuidado de adulto o para la vigilancia de los cuidadores, lo importante es contar con el consentimiento de ambas partes y explicarles que es un beneficio antes de montar una cámara sin su aprobación.
“Todo dependerá del consentimiento informado, obviamente son intervenciones que van a mermar dentro de su autonomía y de su privacidad, y creo que eso es algo que a nosotros como personas nos confiere dignidad. Entonces, el respeto a la privacidad y a su espacio se debe de consentir”.
Ante ello, Sarmiento recalca que las cámaras interiores de Botslab (C213 y C221), cuentan con modo privacidad e incluso programación automática para apagarse, lo que les brinda a los adultos más independencia y les quita ese sentimiento de sentirse supervigilados, lo que en ocasiones, recalca Salazar, puede detonar ansiedad o depresión.
“Nuestros productos están pensados para satisfacer las necesidades de ambas partes, tanto de la persona que está a la distancia cuidando, como del adulto mayor que es supervisado, esto permitiendo su libertad e independencia, pero también que les haga sentirse acompañados y cuidados desde la distancia”, destaca Julio.
Una cámara de seguridad puede ser un primer comienzo para cuidar de nuestros adultos mayores, siempre y cuando estás les permitan mantener su independencia y total libertad, y, en casos más complejos, puede ser una aliada para apoyar al familiar cuando se tiene un cuidador de tiempo completo y así evitar conflictos que afecten a nuestros seres queridos.