A la autoridad sanitaria le corresponde realizar acciones para garantizar que no ingresen al país productos que carecen de registro, falsos o adulterados.
En México existen varios tianguis donde se venden medicamentos de manera ilegal. Los productos sanitarios llegan ahí por al menos tres vías: el robo a laboratorios, farmacias y hospitales; la falsificación de medicinas; y la venta de productos que otorga el sector salud a los pacientes, pero que no usaron y caducaron.
A veces el mismo personal de instituciones de salud hace “robo hormiga” de insumos médicos; pero también se registran asaltos a camiones que distribuyen los fármacos a los almacenes de los laboratorios.
La Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) reveló que al año se registran 700 mil muertes de personas en el mundo por el uso de medicamentos falsos o fabricados sin normas de seguridad y calidad, los cuales no son detectados debido a deficiencias de las agencias regulatorias.
En este caso el organismo encargado de realizar esa labor de vigilancia es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Larry Rubin, director ejecutivo de AMIIF, señala que el reto que tiene la agencia mexicana es la falta de presupuesto y destaca que la comisión regula los procesos de sectores económicos que generan más de 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, es decir, alrededor de dos mil 800 millones de pesos al año.
Ese dinero lo transfiere a la Tesorería de la Federación y, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, recibe solo un tercio de ese monto para su operación, lo cual es insuficiente. Únicamente para digitalizar todos los procesos regulatorios requeriría de 300 millones de pesos, asevera.
Contar con un sistema digitalizado garantiza la eficiencia y agilidad en los trámites en los actos que como autoridad le corresponde realizar para garantizar que no ingresen al país productos que carecen de registro sanitario, falsos o adulterados, puntualiza el ejecutivo.
La eficiencia regulatoria también favorece la realización de estudios clínicos de medicamentos innovadores y México tiene el potencial para convertirse en un centro de investigación y desarrollo.
Por ahora la industria invierte aquí 200 millones de dólares, que podrían incrementarse a cuatro mil millones de dólares en seis años, asegura Rubin.
Y añade que para ello se requieren procesos robustos de regulación que beneficiarían al país con más proyectos, empleos y el acceso a productos innovadores investigados en México.
Medicamentos falsos
Desde la pandemia de Covid-19 se ha incrementado el registro de medicamentos falsos porque la Cofepris ha mejorado su eficiencia en la detección de estos hechos delictivos. Sin embargo, más allá de la notificación cuando los productos irregulares ya están a la venta, urge parar estas acciones, menciona Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
“Hay grupos, mafias, que se pasan analizando el mercado de medicamentos y ven cuáles podrían tener un cierto potencial para vender falsificaciones”, asegura el investigador.
Lo cierto es que la venta ilegal se ha ampliado. Ya no se falsifican únicamente medicamentos de especialidad, como los que se usan contra el cáncer, sino insumos básicos como el paracetamol. El mercado negro de medicinas se ha basado principalmente en la venta de fármacos controlados y productos milagro, como píldoras para bajar de peso, pero también de medicamentos de alto costo que resultan inaccesibles para muchas familias mexicanas que carecen de seguridad social.
De 2018 a mayo de 2023 la Cofepris emitió cinco alertas sanitarias por robo de medicamentos y tres contra empresas que fabricaban productos, pero no tenían autorización para hacerlo. Algunas de estas compañías incluso adulteraron los medicamentos.
Generalmente, menciona Castañeda, los grupos que se dedican a la falsificación de fármacos imprimen las cajas y empaques. Esto permite a los laboratorios —que incluyen códigos en los productos originales— detectar cuándo una pieza es apócrifa.
Sin embargo, la mayoría de la población no cuenta con información para detectar estas señales. “Las cajas son muy parecidas y meten lo que sea ahí adentro. Pero la persona que va al tianguis, digamos, la gente común, no tiene este tipo de entrenamiento y entonces ve una caja bien impresa y lo compra”.
Top 50
Con la pandemia y el desabasto de medicinas que se registra en el país el mercado ilegal de medicamentos aumentó 52%, advierte Juvenal Becerra Orozco, presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm).
“La pandemia originó toda una reorientación que la delincuencia aprovechó, por lo que el año pasado el comercio ilegal representó un monto de 10% del valor del mercado farmacéutico mexicano”, manifiesta el empresario, quien calcula que el mercado legal está valuado en 300 mil millones de pesos anuales.
Al cierre del 31 de diciembre de 2022 el mercado ilegal de medicinas valía más de 32 mil millones de pesos, cuando en 2020 costaba 21 mil millones de pesos (o 7% del mercado legal), expresa.
En 2021 se vendieron más de 24 mil millones de pesos (8%) de medicamentos falsos y piratas en el mercado mexicano. En 2023, la industria farmacéutica comenzó a observar mayores casos de falsificación de productos de libre venta como analgésicos, antiinflamatorios, antidiarreicos y antiácidos. Hoy los productos más falsificados son medicamentos e insumos que se encuentran entre el top 50 de los más solicitados por la población, alerta.
Por todo lo anterior, el empresario farmacéutico dice que es fundamental la labor realizada por las autoridades sanitarias, en conjunto con los diversos laboratorios nacionales y trasnacionales, así como con las fiscalías federal y estatales, cuando a través de la coordinación se logran detectar lotes irregulares, se determinan sus características ilícitas y se informa al entorno farmacéutico para estar alertas.
“Este comportamiento del mercado ilegal se viene dando a nivel internacional, donde el uso cada vez más indiscriminado de redes sociales y páginas web momentáneas hace que el mercado ilegal se dispare”, indica.
El dirigente empresarial exhorta a la población a acercarse a sitios establecidos, como farmacias, para adquirir medicamentos e insumos para la salud, ya que en el mercado ilegal se venden medicinas falsificadas, muestras médicas, medicamentos robados y medicamentos caducados.