COVID-19, LA PANDEMIA QUE CAMBIÓ EL MUNDO

Desde febrero de 2020, cuando se confirmó el primer caso en México, y hasta el 8 de mayo de 2023, en el país se registraron 7 millones 595 mil 863 contagios confirmados y 333 mil 961 defunciones, según datos de la Secretaría de Salud.

Lorena Ríos
Bienestar
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Derivado de los altos niveles de inmunidad por infección o vacunación, y la disminución en el número de casos, hospitalizaciones y decesos, México puso fin, tras tres años, a la emergencia sanitaria por Covid-19, ya que cumplió con las características que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para suspenderla.

Y es que en promedio casi 95% de los mexicanos posee anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2, ya sea porque se contagió y enfermó, o porque fue vacunada; lo anterior, conforme a los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (Ensanut 2022).

Actualmente los contagios en México no se acompañan de una gran proporción de hospitalizaciones o muertes, y la mayor parte de la población ya cuenta con anticuerpos que lo protegen del coronavirus, lo que equivale a un alto grado de inmunidad.

La nueva resolución en el país incluye modificar la política sanitaria para gestionar a largo plazo la atención del Covid-19, que ahora se considerará enfermedad endémica y no epidémica.

Aunque el microorganismo permanecerá en todo el territorio nacional y seguramente predominará en la temporada invernal, lo cierto es que las variantes actuales del virus tienen menor capacidad de causar daño grave y el manejo clínico de pacientes ha mejorado con base en grupos de riesgo y presentación de casos. De ahí que se incluirá que la vacunación contra Covid-19 será de manera regular y formará parte del Programa Nacional de Vacunación Universal.

Grandes aprendizajes

Uno de los grandes aprendizajes de la pandemia en el Sistema Nacional de Salud fue la capacidad de realizar en poco tiempo y en forma efectiva la reconversión hospitalaria, de ahí que las autoridades dejarán las bases técnicas para este proceso ante futuras epidemias. También se mantendrá actualizado el plan de preparación, respuesta y recuperación ante emergencias, para que sea un instrumento que sirva ante cualquier nueva epidemia.

Dicho plan se compone de siete elementos que incluyen las siguientes recomendaciones generales: uso correcto de cubrebocas, incapacidades laborales, intercambio de servicios y continuidad; vigilancia, monitoreo y alertamiento; reconversión hospitalaria; Programa de Vacunación Universal (PVU); manejo clínico y actualización de planes de respuesta.

La Secretaría de Salud destacó que durante la segunda ola de la pandemia fueron reconvertidas 74 mil camas, 11 mil de ellas con ventilador. Y resaltó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue la institución que más contribuyó a la reconversión, lo que llevó a sentar las bases técnicas para este proceso ante futuras epidemias.

Al dar por concluida la pandemia en el país, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto que puso fin a la vigencia del decreto original del 23 de marzo de 2020, en el que se estableció la situación de emergencia sanitaria asociada a Covid-19. Con el nuevo decreto también se suspenden las vigencias de distintos acuerdos que en su momento emitió el Consejo de Salubridad General (CSG) y el secretario de Salud para instruir la acción extraordinaria en la materia.

Desde febrero de 2020, cuando se confirmó el primer caso de Covid-19 en México, y hasta el 8 de mayo de 2023, en el país se registraron 7 millones 595 mil 863 contagios confirmados y 333 mil 961 defunciones, según datos de la Secretaría de Salud. No obstante, las estimaciones del INEGI han mostrado que las cifras son mayores. De enero de 2020 a junio de 2022, el instituto contabilizó 469 mil 722 los fallecimientos y un exceso de mortalidad por todas las causas de muerte de entre 34.37% y 41.57 por ciento.

Futuras epidemias

“El coronavirus no se va, sigue representando enfermedad y muerte, aunque menos; lo que se espera es que ya no sature las Unidades de Cuidados Intensivos de las instituciones de salud y que no colapse a los servicios de salud. Ahora pasamos a una fase de preparación para una próxima pandemia, porque en los últimos años ya tuvimos dos, la de Influenza AH1N1 y la de Covid-19. Es el punto de partida para una mejor preparación para una siguiente pandemia, que inevitablemente va a ocurrir, y nos agarre mejor preparados”, advirtió Alejandro Macías Hernández, infectólogo por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) y Laboratorio de Microbiología y Salud Pública UCLA, Los Ángeles, California, Estados Unidos.

El especialista mencionó que “el virus no se va a ir, pero ahora se estima poco probable que la tendencia se revierta y surja una variante peor, que incremente muchos los casos, que haya más gravedad, y que se saturen las instituciones, eso es lo que ponderaron las instituciones de salud en la OMS; y lo dijo claramente Tedros Adhanom Ghebreyesus, director del organismo, que esto aún no ha terminado, o que los peligros ya hayan pasado”.

Macías Hernández recomendó que la sociedad mexicana debe “estar consciente del grave daño que causó esta pandemia: crisis económica, pérdidas de empleos, pérdida de vidas, y por ello las personas en lo individual deben mantenerse en las mejores condiciones de salud posibles, controlando las enfermedades crónicas, cambiando conductas no saludables, evitando las grandes aglomeraciones, si estás en un espacio cerrado donde hay muchas personas lo ideal es usar cubrebocas, se tienen que seguir cuidando, y con el anuncio de la OMS mucha gente piensa que es seguir viviendo como se estaba antes, sin duda no debe ser así”.

Destacó que “México ya está preparado para una siguiente pandemia, que seguramente será de influenza o de coronavirus, porque ya tenemos suficiente capacidad de fabricación de vacunas en el país, lo cual antes no teníamos, incluso contamos con convenios con farmacéuticas, aunado a la vacuna Patria; todo ello son buenas plataformas, pero nos falta fortalecer el sistema de atención primaria. La gente acude a la atención médica cuando ya se encuentra en una situación crítica, debemos prevenir que las personas lleguen a terapias intensivas, en ese sentido hay muchísimo que hacer”.

El doctor Macías señaló: “Creo que nos falta invertir más en salud, tenemos que reflexionar y cambiar las cosas, porque la siguiente pandemia nos puede tomar igual o peor que antes”.

De igual forma, Xavier Tello, médico cirujano y analista en políticas de salud, explicó que el término de la fase de emergencia sanitaria implica que el Covid-19 como tal persiste y con ella nuevas variantes que deterioran la salud de personas, aunque ahora en menor número y con complicaciones menos agresivas.

Detalló que, con el fin de la alerta máxima, los protocolos de control entran en una fase de relajamiento. Muchas de las medidas tomadas para tal fin como el confinamiento y las restricciones a la movilidad. Pero aseguró que el Covid-19 no se termina, “se ha quedado entre nosotros. Se van a seguir registrando casos, habrá cambios en los esquemas de vacunación y en el abordaje médico, quizás se descubran nuevas variantes y con ello mejores y más eficientes vacunas”, apuntó.

La pandemia que cambió el mundo

El 4 mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la Covid-19 es ahora un problema de salud establecido y persistente que ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional, ante los altos niveles de inmunidad y la tendencia decreciente en la aparición de casos, hospitalizaciones y defunciones.

En ese punto, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus expresó que “la Covid-19 ha cambiado el mundo y nos ha cambiado. Ha sido mucho más que una crisis sanitaria. Ha causado graves trastornos económicos, eliminando billones del Producto Interior Bruto (PIB), interrumpiendo los viajes y el comercio, cerrando negocios y hundiendo a millones en la pobreza. Ha causado una grave agitación social, con fronteras cerradas, movimiento restringido, escuelas cerradas y millones de personas que han experimentado soledad, aislamiento, ansiedad y depresión”, y añadió que la amenaza para la salud pública generada por el coronavirus continúa.

Y aunque el anuncio del fin de la emergencia sanitaria ha generado optimismo y relajación, Tedros Adhanom pidió a los países continuar con la vigilancia y la respuesta al SARS-CoV-2: “Mientras hablamos, miles de personas en todo el mundo luchan por sus vidas en unidades de cuidados intensivos. Y millones más continúan viviendo con los efectos debilitantes del Covid largo. Este virus llegó para quedarse. Todavía está matando y todavía está cambiando. El riesgo sigue siendo que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos en casos y muertes”.

“El Covid-19 también ha dejado al descubierto y ha exacerbado las divisiones políticas dentro de las naciones y entre ellas. Ha erosionado la confianza entre las personas, los gobiernos y las instituciones, alimentado por un torrente de desinformación. Y ha dejado al descubierto las desigualdades más acuciantes de nuestro mundo, siendo las comunidades más pobres y vulnerables las más afectadas, y las últimas en recibir acceso a vacunas, medicamentos y otras herramientas”, aseguró Tedros.

El funcionario del organismo internacional también realizó una seria crítica. “Una de las mayores tragedias de la Covid-19 es que no tendría por qué haber sido así. Tenemos las herramientas y las tecnologías para prepararnos mejor para las pandemias, para detectarlas antes, para responderlas más rápido y para mitigar su impacto”.

Finalizó la emergencia

La emergencia de salud pública que comenzó el 30 de enero de 2020 dejó de existir. El anuncio fue hecho por el director general de la OMS, quien recordó que hace mil 221 días la Organización tuvo conocimiento de un conglomerado de casos de neumonía de causa desconocida en Wuhan, China.

En aquel momento, fuera de China se habían notificado menos de 100 casos y ninguna muerte, señaló antes de comentar que “en los tres años transcurridos desde entonces, el Covid-19 ha puesto nuestro mundo patas arriba”.

En ese tiempo, la OMS recibió la notificación de casi siete millones de muertes, pero se sabe que el número de víctimas es varias veces superior: al menos 20 millones, según los datos que maneja el organismo. Además de los fallecimientos, el doctor Tedros recordó que los sistemas de salud se han visto gravemente perturbados y millones de personas no han podido acceder a servicios sanitarios esenciales, como las vacunas infantiles, vitales para salvar vidas.

Finalmente, la OMS recomendó a todas las naciones que se mantengan vigilantes y que informen de inmediato ante algún caso grave de infección, para que el mundo en forma coordinada actúe y esté listo para atender y contener una futura pandemia.