Para las personas que han recibido un trasplante de órganos como riñón, hígado o corazón, las celebraciones de fin de año representan un gran desafío: mantener el equilibrio entre el disfrute de las festividades y el estricto cuidado de su salud.
La terapia inmunosupresora, esencial para que prospere el órgano trasplantado, requiere de una alimentación específica que ayude a fortalecer el sistema inmunológico sin comprometer la sobrevivencia de dicho órgano trasplantado.
Durante esta temporada, seguir recomendaciones específicas de alimentación bajo supervisión médica puede marcar la diferencia en su bienestar. Estos inmunosupresores, conocidos como medicamentos anti-rechazo, regulan el sistema inmunológico, permitiendo al órgano trasplantado funcionar adecuadamente en el cuerpo del paciente.
Sin embargo, este tratamiento exige que los pacientes tengan un control riguroso sobre los alimentos que ingieren para evitar infecciones alimentarias y controlar sus niveles de nutrientes, especialmente en una época como esta, en la que la comida es protagonista.
Las terapias con inmunosupresores pueden ser de inducción, de uso intravenoso, para prevenir el rechazo agudo y crónico durante las primeras semanas post-trasplante, o de mantenimiento, de uso oral, que deben tomar a largo plazo para conseguir una buena función del injerto con la máxima supervivencia del receptor.
Durante las fiestas decembrinas, es importante que los pacientes trasplantados mantengan una alimentación equilibrada y controlada. Algunos lineamientos generales clave incluyen:
Optar por alimentos bien cocidos. La ingesta de carnes, pescados y mariscos crudos, así como frutas y vegetales sin lavar, representa un riesgo elevado de infecciones.
Higiene extrema. Incrementar la higiene en la preparación y manipulación de los alimentos, tanto de los alimentos en sí como de los utensilios usados.
Reducir el consumo de sodio y grasas saturadas. Muchos platillos navideños son ricos en sal y grasas, lo cual puede impactar en la función renal y hepática. Se recomiendan opciones bajas en sodio y preferir grasas saludables provenientes de aceites vegetales, aguacate y nueces, por ejemplo, en cantidades moderadas.
Controlar las porciones. Durante las fiestas, los pacientes trasplantados deben cuidar especialmente el consumo de azúcares para evitar descompensaciones metabólicas que afecten la absorción de medicamentos. Moderar el consumo de postres y bebidas azucaradas es fundamental.
Mantenerse hidratado. Esencial para todos los pacientes trasplantados, en especial para quienes han recibido un riñón. Evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas ayudará a mantener el equilibrio hídrico necesario.
La terapia inmunosupresora puede tener efectos en la absorción de ciertos nutrientes, por lo que es necesario incorporar alimentos ricos en vitaminas y minerales de manera controlada, con vigilancia médica. Los pacientes deben evitar los suplementos sin prescripción, ya que algunos pueden interferir con los inmunosupresores o generar reacciones adversas.
Los expertos de Caritas Pharma recomiendan que los pacientes trasplantados planeen sus alimentos de las festividades con anticipación y compartan sus necesidades específicas con familiares y amigos para evitar riesgos. Consultar con el médico o nutriólogo clínico permitirá ajustar sus planes alimenticios e identificar las opciones más seguras para disfrutar de la temporada sin comprometer su estado de salud y extender una buena calidad de vida.