En la era digital, nuestros ojos se enfrentan a nuevos desafíos. En el marco de la conmemoración de la Semana del Aprendizaje Digital y el reciente regreso a clases en el que más de 24 millones de estudiantes volvieron a las aulas, es importante destacar la importancia de cuidar nuestra salud visual especialmente en un mundo donde los dispositivos electrónicos se han convertido en una herramienta educativa y de entretenimiento.
En 2023, el 81,2% de la población mexicana de 6 años o más utilizaba Internet, lo que representa un hito importante en el proceso de digitalización del país, para 2024, esta cifra aumentó al 83,2%. Actualmente, el 49% de los usuarios digitales mexicanos utilizan exclusivamente dispositivos móviles (teléfonos celulares y tabletas) para acceder a internet.
El uso prolongado de dispositivos electrónicos ha llevado a un aumento significativo de casos de ojo seco, estimando cerca de un 63.8% de la población joven en México con este padecimiento. El Dr. Juan Manuel Cardoso, director médico de Laboratorios Grin, comparte algunas recomendaciones para prevenirlo:
Someterse a una evaluación oftalmológica completa para conocer si hay presencia de ojo seco, causas secundarias que empeoren los síntomas y la indicación de uso de lágrimas artificiales en caso de ser necesario o de suplementación con ácidos grasos omega-3 para disminuir los síntomas.
La prescripción de lentes ópticos debe ser realizada por un profesional. No hay evidencia científica que sustente el uso de lentes con filtro de luz azul.
Se recomienda no superar un periodo de entre 4-6 horas de uso diario de pantallas, también realizar descansos cada 20-60 minutos mirando un objeto lejano.
La distancia entre la pantalla y el usuario debe ser de al menos 50cm, estar ubicada por debajo del plano de los ojos y reclinada hacia atrás entre 10-20°.
El síndrome de ojo seco no solo es incómodo, sino que también puede afectar la productividad y calidad de vida. A largo plazo, la falta de cuidados puede llevar a problemas oculares más graves, por lo que aún sin síntomas se sugiere acudir al especialista oftálmico por lo menos una vez al año.