Según datos de Globocan, hasta el 2020 el cáncer de pulmón se ubicó como el segundo tipo de cáncer con mayor número de nuevos casos a nivel mundial y el primero en número de fallecimientos.
En México, este cáncer se identificó como la séptima neoplasia más frecuente en hombres y mujeres, registrando 7 mil 588 nuevos casos y 7 mil 100 decesos; colocándose también en el cuarto lugar por su número de muertes.
El cáncer pulmonar es un tipo de cáncer que se inicia cuando las células de los pulmones tienen un crecimiento descontrolado.3 Por lo general se agrupa en dos tipos principales, de células pequeñas y de células no pequeñas.
El cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) comienza en las células nerviosas o en las células productoras de hormonas del pulmón. Este tipo de cáncer representa alrededor de 10% a 15% de todos los cánceres de pulmón; sin embargo, suele crecer y propagarse más rápido que el cáncer de pulmón de células no pequeñas.
El CPCP se presenta principalmente en los adultos mayores, la mayoría de las personas diagnosticadas tiene 65 años o más, seguido por un número inferior de casos en personas menores de 45 años.
Además de la edad, existen otros factores de riesgo que están relacionados con el desarrollo de cáncer de pulmón, como vivir en zonas de altos índices de contaminación, tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón, exponerse a determinadas sustancias en el lugar de trabajo ( amianto , el arsénico , el cromo, el berilio, el níquel, el hollín o el alquitrán) y un alto consumo de complementos de betacaroteno, entre otros.
El consumo de tabaco es la causa principal para elevar el riesgo de una persona para presentar cáncer de pulmón de células pequeñas, y la exposición regular al humo de cigarrillos, cigarros o pipas de otra persona, incluso si la persona no fuma.
Asofarma, líder farmacéutico comprometido con la atención de sus pacientes oncológicos, persiste en el desarrollo e innovación de nuevas opciones terapéuticas para brindar una mejor calidad de vida a sus pacientes.
El Dr. Jesús Arturo Vázquez Leduc, director médico en Asofarma de México, señaló que “algunos de los principales signos y síntomas que las personas con cáncer de pulmón de células pequeñas pueden experimentar son: fatiga, tos, dificultad para respirar, dolor de pecho, pérdida del apetito, pérdida de peso sin explicación, tos con flema o mucosidad, hinchazón del cuello o la cara y tos con sangre”, explicó el doctor.
Las opciones de tratamiento para el cáncer de pulmón de células pequeñas se determinan en función de la etapa (extensión) de la enfermedad, pero también son importantes otros factores, como el estado general de salud de la persona y su función pulmonar. El conocimiento de la etapa ayuda al médico a decidir el tipo de tratamiento más adecuado y la probable evolución de un paciente.
En general, una etapa más baja de cáncer de pulmón de células pequeñas se vincula con mejores resultados clínicos, sin embargo, esto es variable, ya que cada persona es diferente y los tratamientos funcionan de distinta manera para cada tumor. Entre los principales tratamientos para el CPCP se incluyen:
· Quimioterapia
· Inmunoterapia
· Radioterapia
· Cirugía
En ocasiones se pueden emplear de forma conjunta más de un tipo de tratamiento.
Aún no existe una forma comprobada de prevenir por completo esta enfermedad, pero algunas acciones tal vez puedan reducir el riesgo de desarrollarla. La forma más importante para prevenir el cáncer de pulmón de células pequeñas es evitar el humo de tabaco y considerar que las personas que nunca fuman tienen el nivel de riesgo más bajo de desarrollar cáncer de pulmón de células pequeñas, mientras que las personas que fuman pueden reducir el riesgo.
El estándar de tratamiento tanto en primera como en segunda línea no ha tenido grandes avances desde los años 90’s, a diferencia de otros tipos de cáncer de pulmón, dejando a los pacientes que padecen este tipo de neoplasia sin opciones terapéuticas.
En últimos meses la Cofepris aprobó nuevas opciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer de pulmón de células pequeñas. Esto permite brindar nuevas opciones de atención a los pacientes con este tipo de cáncer, el cual, a pesar de tener una baja incidencia, puede repercutir de manera negativa en la salud de las personas que no cuentan con un seguimiento oportuno y adecuado.