Cambio climático amenaza a guacamayos de Spix

El territorio original de la especie ha sido designada como la primera región de clima árido de Brasil

Redacción
Bienestar
BRASIL-GUACAMAYO DE SPIX
Foto: AP

A diferencia de cómo fueron mostrados en las películas animadas “Río” y “Río 2", que atrajeron la atención a la amenaza de extinción del guacamayo de Spix, el hábitat natural de esta ave se encuentra lejos de la ciudad más famosa de Brasil —Río de Janeiro— y de la selva de la Amazonía.

Vive entre la escasa y espinosa vegetación baja del chaparral de caatinga, que a menudo pierde su follaje durante los períodos de sequía. Y el ave utiliza el caraibeira —un imponente árbol de hoja perenne que crece cerca de pequeños arroyos intermitentes— para anidar y alimentarse. Durante la temporada de reproducción, los árboles permiten a las parejas conservar energía y evitar tener que volar distancias largas para encontrar comida.

El guacamayo de Spix —endémico de una pequeña zona de la cuenca del río Sao Francisco, y que ya era poco común en el siglo XIX—, fue declarado extinto en estado silvestre en 2000, cuando un macho solitario sobreviviente desapareció tras décadas de caza furtiva y la destrucción de su hábitat debido al sobrepastoreo. Las pocas aves que quedaban estaban esparcidas en colecciones privadas de todo el mundo.

En noviembre, dos institutos federales de investigación publicaron un estudio sobre la pérdida de agua de lluvia en las plantas y el suelo entre 1960 y 2020. Mostró que el norte del estado de Bahía, incluido Curaca —donde los guacamayos de Spix tratan de sobrevivir—, ahora tiene las características de un área desértica. También identificó la expansión del clima semiárido en el noreste, donde viven cerca de 55 millones de personas.

Desde 2005, la zona semiárida del país sudamericano se ha ampliado en 300.000 kilómetros cuadrados (116.000 millas cuadradas) y ahora es de aproximadamente tres veces el estado de California. El gobierno anunciará medidas para evitar la desertificación mediante la promoción de una mejor gestión del suelo y otros recursos naturales en la región.

Gracias a un acuerdo entre el gobierno brasileño y la Asociación para la Conservación de Loros Amenazados, una organización alemana sin fines de lucro, se enviaron 52 guacamayos de Spix a Brasil en dos vuelos chárter en 2020. La policía federal los escoltó a las instalaciones de reproducción y reintroducción a las que se puede acceder tras un viaje de 1 hora por un camino de tierra en mal estado, donde los Purchase viven y trabajan para dicha organización.

Dos años después, 20 guacamayos de Spix fueron liberados en la naturaleza, junto con 15 guacamayas de cara afeitada de origen silvestre, cuyo propósito era “enseñarles” a volar, evitar riesgos y buscar alimento. El año pasado, dos polluelos de guacamayo de Spix nacieron en libertad —los primeros en décadas—, pero no sobrevivieron.

Todas las aves liberadas fueron equipadas con collares radiotransmisores diseñados para resistir los fuertes picos de los guacamayos. Cada collar tiene una antena. Los Purchase y su asistente comprueban la ubicación de las aves tres veces al día.

La mitad de los guacamayos de Spix han muerto, la mayoría por depredación, o han desaparecido. Ahora, los restantes viven a menos de 5 kilómetros (3 millas) de las instalaciones, un complejo que incluye la casa de la pareja y una jaula de vuelo y liberación en forma de “U” de 47 metros (51 yardas) de largo.

En marzo, otros tres polluelos más de color azul claro nacieron en libertad. No sólo sobrevivieron, sino que uno de ellos voló por primera vez la semana pasada, un adelanto enorme.

Para mitigar los impactos de la desertificación, la organización alemana que busca salvar a los guacamayos se asoció con una empresa privada, Blue Sky Caatinga, para promover la reforestación de 24 mil hectáreas en el territorio del guacamayo de Spix. Esta iniciativa implica involucrar a pequeños agricultores que dependen en buena medida de la cría de cabras.

El proyecto también enfrenta retos fuera del mundo natural. El 15 de mayo, el gobierno federal informó a la organización sin fines de lucro que rescindiría el acuerdo, que expira el 5 de junio. La agencia ambiental federal de Brasil dijo que descubrió que, en 2023, la organización sin fines de lucro transfirió guacamayos de Spix a otros países, sin su consentimiento, desde su sede en Alemania. El acuerdo no se renovará hasta que la situación se aclare, pero el gobierno dijo que la organización puede continuar su trabajo de reintroducción. La financiación del proyecto proviene de donantes internacionales.

La tensión en las relaciones ha puesto en pausa los planes para liberar 20 guacamayos por año durante 20 años.

A pesar de los obstáculos, muchos residentes de Curaca, incluso si nunca han visto un guacamayo de Spix, esperan que pronto vuelvan a volar sobre la región y no sólo los vean en las innumerables pinturas que hicieron de esta ave parte de la identidad de la ciudad.