Buscan conocer más de los órganos reproductores del ajolote

En 1768 se descubrió la capacidad de regeneración de sus extremidades y la cola

Redacción
Bienestar
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Foto: UNAM-DGCS

A fin de preservar al ajolote o Ambystoma mexicanum, investigadoras de la UNAM estudian las condiciones de reproducción de esta especie en peligro de extinción, la cual es objeto de múltiples estudios médico-biológicos debido a su capacidad para regenerar partes de su cuerpo que sufren daños.

Norma Moreno Mendoza, académica del Instituto de Investigaciones Biomédicas, en conjunto con sus colegas de la Facultad de Ciencias, Tania Porras, Maricela Villagrán y Eva Mendoza, realiza investigaciones sobre los órganos reproductores del también llamado “gemelo o monstruo acuático”.

“En condiciones de laboratorio el Ambystoma mexicanum es capaz de reproducirse, se ha investigado la temperatura, tipo de agua, salinidad que requiere, pero en condiciones naturales está en peligro de extinción. Para preservar esta especie endémica de México es necesario conocer sus condiciones reproductivas y sus órganos reproductores, de los que ya hay muchas descripciones morfológicas, pero no a nivel funcional”, explicó Moreno.

Las expertas se centraron en la gametogénesis, es decir, en la formación de los ovocitos y espermatozoides, fundamentales para la reproducción de un organismo. “Para conocer cómo se forman tenemos que ir hacia atrás en el desarrollo, saber dónde surgen las células precursoras. El ajolote tiene un estadio como embrión que va del estadio 1-40 (E1-E40), larva del estadio 41-54 (E41-E54), pasa por un estadio juvenil y posteriormente a uno adulto”, expuso la investigadora.

En el embrionario se encuentran las primeras células que dan origen a los gametos y proliferan hasta establecerse en los órganos sexuales, en el estadio larvario. Posteriormente forman parte de un ovario y o un testículo.

Una inquietud central en sus estudios es si estas células continúan proliferando o son un número determinado. En diversos mamíferos sí existe un grupo de células en los ovarios; situación similar se presenta en los humanos, cuando las mujeres llegan a la menopausia significa que se terminaron sus ovocitos.

“La pregunta aquí es si en el Ambystoma mexicanum existe un número finito de ovocitos o no. Por su capacidad de regeneración podríamos asumir que a lo mejor; si hay un daño en el ovario se pueden regenerar esos ovocitos y es lo que estamos estudiando.

Capacidad de regeneración

El ajolote conserva características larvarias aun cuando llega a la fase adulta de desarrollo y alcanza una madurez sexual, lo que podría estar relacionado con sus características de regeneración, señala la investigadora Norma Moreno.

En su artículo “El ajolote Ambystoma mexicanum como un modelo versátil en la investigación científica” las expertas Tania Porras, Maricela Villagrán y Norma Moreno exponen que desde 1768 Lazzaro Spallanzani descubrió la capacidad de regeneración de las extremidades y la cola de este anfibio, lo que marcó el principio de una larga serie de estudios de neotenia y regeneración.

También han sido llevados a otras partes del mundo. Se sabe que Alexander Von Humboldt colectó 34 ejemplares en 1864 y los llevó a París, y debido a su adaptación a mantenerse en condiciones controladas de laboratorio se han convertido en modelo clave para la investigación de fenómenos, principalmente biológicos y médicos, como la reprogramación nuclear, la embriología de la inducción de células germinales, el procesamiento de neuronas retinianas y la regeneración.

“Hay estudios con Ambystoma mexicanum sobre la regeneración de la retina, de la médula espinal, de heridas sin dejar cicatriz; por ejemplo, se ha visto que si tienen una herida en el corazón, se regenera sin dejar cicatriz y el corazón sigue funcionando normalmente”, aseveró la universitaria.

Debido a esta extraordinaria capacidad regenerativa, el ajolote representa para los investigadores un excelente modelo para comprender los mecanismos celulares, fisiológicos y moleculares que llevan a la reposición de extremidades, órganos como el corazón y cerebro o células altamente especializadas como las neuronas.

En 2018, prosiguió, se logró secuenciar su genoma que es muy grande ya que tiene partes conocidas como intrones y regiones LTR (long terminal repeat) que abarcan el 59% del genoma (Nowoshilow y col., 2018)*.

Este avance fue gracias al trabajo en colaboración de diversos grupos a nivel internacional incluyendo a dos investigadores mexicanos.

Finalmente, la experta universitaria insistió en que las principales amenazas para el ajolote son: la contaminación ambiental de su hábitat conformado por los canales de Xochimilco y humedales de Chalco, Texcoco y Zumpango, así como los cambios de temperatura.

Su desarrollo se da en ambientes relativamente fríos, alrededor de los 15 grados, y el incremento en la temperatura impide que se desarrollen los embriones.