El cáncer representa una creciente amenaza para la salud global, pues se estima que para 2045 habrá más de 32 millones de nuevos casos, lo que supone un aumento del 63% con respecto a los 20 millones de casos estimados en 2022.
Es por esta razón que cada año, el 4 de febrero, la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC por sus siglas en inglés), realiza acciones de concientización acerca de la importancia de la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno de esta enfermedad.
Y es que a pesar de diversas iniciativas que se llevan a cabo cada octubre, uno de los ejemplos que hay que resaltar es el de cáncer de mamá, que destaca por su alta incidencia y mortalidad. A nivel mundial, es el segundo tipo de cáncer con mayor incidencia, y se estima que para 2045 los casos nuevos superarán los 3 millones. En México, ocupa el primer lugar en incidencia con 31,043 casos nuevos anuales y es el segundo tipo con mayor número de muertes asociadas, con 8,195 defunciones al año.
Y es que, el cáncer de mama se divide en varios subtipos, lo que representa un reto para su diagnóstico y tratamiento, ya que cada subtipo deberá ser abordado de acuerdo con sus características. El abordaje terapéutico de cada paciente será evaluado por los especialistas médicos que lo estén tratando.
Hace 40 años, Roche revolucionó la oncología al descubrir que ciertos genes en nuestras propias células pueden provocar cáncer, un hallazgo que marcó un antes y un después en la comprensión de la enfermedad.
Uno de estos oncogenes es HER2-positivo (Human Epidermal Growth Factor Receptor 2), presente en 1 de cada 5 casos de cáncer de mama, un subtipo que se considera más agresivo en comparación con otros. Lo que resalta una vez más la importancia de contar con terapias especializadas para su tratamiento.
El legado de Roche incluye el portafolio de terapias innovadoras más grande de la industria para cáncer de mama HER2-positivo, las cuales han revolucionado el manejo de la enfermedad y mejorado significativamente los resultados clínicos de las pacientes. Sin embargo, es importante considerar también la evolución de distintos esquemas de aplicación en beneficio de los pacientes.
Un claro ejemplo es Phesgo ®, que combina trastuzumab y pertuzumab, y se usa para el abordaje de este subtipo de cáncer en etapas tempranas y metastásicas, y al ser una solución subcutánea, representa un avance significativo al reducir drásticamente el tiempo de administración de hasta 4 horas (intravenosa) a solo 8 minutos. Esto mejora la experiencia de la paciente, optimizando los recursos hospitalarios y facilitando una mayor adherencia al tratamiento.
“Estos esquemas de aplicación permiten mayor flexibilidad para las pacientes y para los sistemas de salud, ya que pueden destinar el tiempo que se destinaba para la aplicación intravenosa a retomar sus actividades personales, en el caso de los sistemas de salud, existe también un desahogo en ocupación de espacios en los hospitales, así como la liberación de tiempo de los especialistas médicos”, señaló Maryet Pérez, directora médica de Roche México.
Roche México seguimos comprometidos con el desarrollo de soluciones para enfrentar este reto de salud, por esta razón, tan solo el año pasado realizamos 68 estudios clínicos, de los cuales 12 fueron específicos para cáncer de mama. Esto representa un avance en el desarrollo de estudios clínicos en el país con la inclusión de pacientes mexicanas.