Las actividades diarias comunes, como la digestión y la respiración, crean radicales libres que provocan oxidación y daño a las células humanas, en particular a las células cerebrales. A diferencia de las células sanguíneas o de la piel, las células cerebrales no son reemplazadas por otras nuevas. Así que los radicales libres perjudican el pensamiento, la memoria, la orientación y el estado de alerta, entre otras habilidades.
En contraparte, los antioxidantes son conocidos por su capacidad de proteger contra la destrucción de las células cerebrales y corporales. Mismos que se pueden encontrar en arándanos, arándanos azules, alcachofas, nueces y alimentos que contienen vitamina E. Sin embargo, investigaciones israelitas descubrieron que el aceite de semilla de granada contiene altas concentraciones de ácido púnico, u omega 5, y como tal, es considerado uno de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza.
El doctor Samuel Serfati, médico internista y director general de Biolife, compartió que con el sobrepeso y obesidad, el sistema nervioso central sufre de una inflamación crónica, lo cual afecta su funcionamiento que se traduce en fatiga crónica, insomnio, trastornos del sueño, problemas de concentración y memoria. “A la larga puede provocar la aparición de enfermedades como Parkinson, Alzheimer, depresión u otro tipo de afectaciones neurológicas, para evitar que estos padecimiento se presenten es recomendable el uso de antioxidantes”, sugirió.
El problema es que los antioxidantes que se consumen a través de los alimentos y los suplementos se ingieren en una concentración demasiada baja para obtener el efecto deseado o se descomponen en el sistema digestivo, por lo que nunca llegan al cerebro ni a otras células.
El médico internista comentó que el suplemento de aceite de granada elaborado por la profesora Ruth Gabizon, investigadora de enfermedades cerebrales degenerativas en el Departamento de Neurología del Hospital Hadassah de Jerusalén, junto con el profesor Shlomo Magdassi, experto en el campo de la nanotecnología del Instituto de Química Aplicada de la Universidad Hebrea, ha demostrado su eficacia en pacientes con Esclerosis Múltiple, resultados que están por publicarse en una revista científica.
A través de la nanotecnología, Gabizon y Magdassi lograron descomponer el aceite de granada en partículas diminutas que sobreponen la función de filtración del hígado y por lo tanto llegan al cerebro. El producto que desarrollaron, llamado GranaGard, tiene una alta concentración de antioxidantes.
Entre los beneficios del consumo regular de GranaGard se pueden mencionar que mejora la memoria, además mejora la piel, evita el envejecimiento precoz, brinda más energía, combate daños asociados al estrés oxidativo, fortalece el sistema inmunológico y hasta retrasa síntomas de enfermedades neurodegenerativas crónicas como el Alzheimer y el Parkinson.
Pacientes con esclerosis múltiple que tomaron un suplemento alimenticio de aceite de granada elaborado con nanoingeniería mostraron “una mejora cognitiva significativa” después de sólo tres meses, de acuerdo a un estudio israelí.
Además se han reportado beneficios en personas con problemas de pérdida de memoria, Alzheimer, Parkinson, enfermedad cerebro vascular, depresión y en mujeres en menopausia, donde los síntomas disminuyen en forma considerable, resaltó el doctor Samuel Serfati.
En ese mismo tema, la doctora Irene G. Aguilar García, doctora en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Guadalajara, explicó que trabajan con un modelo donde han comprobado el efecto antioxidante del Omega 5 con nanotecnología, “hemos encontrado hasta el momento, resultados muy interesantes en un modelo animal, en las pruebas de memoria, aprendizaje, en cuanto a la conducta motora y a la permeabilidad de la membrana del tejido cerebral que hemos realizado en ratones de laboratorio. Y esto lo podemos traspolar a los pacientes”.
“Hasta el momento, en el estudio, no se han reportado efectos negativos por el uso del Omega 5. Llevamos aproximadamente un año de estudio y estamos a un 50% de la investigación y nos falta responder algunas interrogantes que tenemos, en cuanto esté listo, se buscará publicar el trabajo en revistas científicas de renombre”, agregó la investigadora.