Las afecciones más frecuentes son respiratorias: 80% de casos de rinitis y asma se asocian a esta causa.
Las alergias son un problema de salud pública de alto impacto en México, las cuales surgen por factores ambientales y genéticos. Para reducir este riesgo se promueve el parto natural, la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses y un mejor estilo de vida a partir de una alimentación saludable, hacer ejercicio de manera cotidiana y mantenerse en el peso adecuado.
La alergia es la reacción exagerada del sistema inmunológico al contacto con diversas sustancias ambientales que el organismo identifica como una amenaza. Los alérgenos más comunes son pólenes, ácaros, caspa de animales, hongos, sustancias transmitidas por insectos y algunos comestibles.
De acuerdo con cifras recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente entre 400 y 600 millones de personas en el planeta padecen un tipo de alergia y se estima que para 2050 la mitad de la población mundial sufrirá alguna.
Los alérgenos de espacios interiores como polvo, hongos, caspa de mascotas y ácaros, causan reacciones alérgicas con más frecuencia (90.3%) que los detonantes de exteriores.
“Para desarrollar una alergia se requiere de una exposición inicial al alérgeno; por ejemplo, muchas especies de plantas y árboles producen polen con proteínas altamente alergénicas que pueden irritar y romper las barreras de la mucosa epitelial en el tracto respiratorio”, explicó Carlos Vázquez Vela, otorrinolaringólogo y médico adjunto del Hospital de la Ceguera APEC.
“Tras la exposición a alérgenos, los linfocitos B del sistema inmunitario generan anticuerpos IgE que circulan en la sangre y se unen a receptores de IgE en los mastocitos liberando histamina y otros mediadores inflamatorios en los tejidos locales. La histamina inicia rápidamente una vasodilatación local, lo que provoca edema e irritación en el sitio de contacto”, añadió el especialista.
Entre las afecciones más frecuentes de este tipo están la rinitis y el asma alérgicas; conjuntivitis, alergia alimentaria, dermatitis atópica y alergia a picadura de insectos.
Todas estas variables pueden llegar a ser altamente limitantes en el rendimiento diario escolar, laboral y familiar. La buena noticia es que se pueden controlar con tratamiento farmacológico. Para aquellas personas que presenten difícil control, se cuenta con inmunoterapia específica de muy alta eficacia, mencionó Vázquez Vela.
Por otra parte, el especialista en alergología del Hospital General Fernando Quiroz Gutiérrez del ISSSTE, Carlos Ramírez Velázquez, señaló que datos de la Secretaría de Salud refieren que la población mexicana tiene 40% prevalencia de estas enfermedades, cifra alta si se compara a escala global donde la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), estima que 20% de los habitantes del planeta se ven afectados por esta condición.
Destacó que los bebés alimentados con leche materna tienen menor probabilidad de resultar alérgicos, particularmente a algún alimento; esto debido a que la leche de la madre contiene sustancias que recubren el intestino del bebé y lo protegen.
Las alergias alimentarias son la única variante que se puede curar. Una vez identificada la causa se evita su consumo por uno a dos años, con lo cual la reacción a su ingesta posterior a este periodo se inactiva el resto de la vida.
El parto natural también reduce la probabilidad de desarrollar alguna alergia, ya que al pasar la o el bebé por el canal vaginal tiene contacto con microbiota, bacterias buenas que le ayudarán a protegerse de diversas patologías, como las referidas.
Ramírez Velázquez señaló que las afecciones alérgicas más frecuentes son respiratorias: “80% de casos de rinitis y asma se asocian a esta causa. Son padecimientos que impactan la salud de las personas al reducir el rendimiento productivo y de actividad física, y en el caso del asma puede llevar a presentar crisis agudas que ponen en riesgo la vida”.
Por ello es importante el diagnóstico oportuno, para lo cual el sistema sanitario cuenta con el kit de pruebas cutáneas de alergia con técnica de prick altamente efectivas.
“Una vez identificada la enfermedad disponemos de inmunoterapia alérgica específica, destinada a pacientes que no tienen buena respuesta a tratamiento farmacológico convencional, la cual se aplica durante un periodo de tres a cinco años con el objetivo de crear tolerancia al alérgeno y disminuir de forma contundente la respuesta alérgica”, detalló el especialista.
Recomendó a la población estar alerta ante signos sugerentes de enfermedades respiratorias alérgicas como recurrencia prolongada de escurrimiento y congestión nasal; comezón en nariz; lagrimeo, comezón y enrojecimiento de ojos; tos seca muy molesta y falta de aire que dificultan la actividad física, así como silbidos en el pecho al respirar, explicó Ramírez Velázquez.
Tipos de alérgenos
Otros alérgenos que afectan a la población mexicana son pólenes de la familia del fresno, trueno, cedro, roble, olivo y pastos, que generalmente polinizan en temporada invernal, además del moho y algunos alimentos como la proteína de leche de vaca y huevo.
Entre la población adulta los alérgenos frecuentes son cacahuates, nueces de árbol, pescados y crustáceos. Entre la población infantil los desencadenantes de alergia más frecuentes son leche, huevo, cacahuate, nuez de árbol, soya y trigo.
En cuanto a los fármacos desencadenantes de reacciones alérgicas están la penicilina y los medicamentos para aliviar el dolor como la aspirina y el ibuprofeno, que en un estado grave pueden causar crisis asmática o choque anafiláctico.
Vacunas personalizadas
Con las vacunas personalizadas para la alergia, epinefrina de emergencia, medicamentos tomados o inhalados, así como recomendaciones que incluyen evitar la exposición al agente alérgico, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) controlan y tratan eficazmente las enfermedades alérgicas.
Diana Andrea Herrera Sánchez, jefa del servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, enfatizó que, para establecer el tratamiento a seguir, primero es necesario confirmar la alergia mediante pruebas cutáneas para identificar el alérgeno y determinar el plan específico de tratamiento.
En el caso de las vacunas para la alergia la especialista del IMSS explicó que tiene la finalidad de regular la respuesta del sistema inmune, utilizando el propio alérgeno o sustancia a la que es alérgico el paciente, en dosis supervisadas y crecientes hasta alcanzar una tolerancia a él y así disminuir los síntomas de la enfermedad, concluyó.