Para garantizar que la derechohabiencia acceda a sangre segura, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) cuenta con una estrategia de agilización entre unidades médicas, de tal manera que las clínicas y hospitales con más donaciones podrán ceder un porcentaje en caso de que lo necesite algún paciente de otra clínica, con el fin de salvaguardar la vida ante una situación de emergencia.
Debido a que en México 95 por ciento de la sangre obtenida es de reposición, es decir, de donaciones que realiza algún familiar de paciente que se somete a procedimiento quirúrgico, y cinco por ciento restante se obtiene de manera altruista, es de suma importancia impulsar la forma voluntaria esta acción, puntualizó el responsable del Banco de Sangre del Hospital General “Dr. Darío Fernández Fierro”, Óscar Salazar Ramírez.
En el Issste se fomentan actividades informativas para promover la donación voluntaria y para concientizar a la población sobre las ventajas de mantener abastecimiento de hemocomponentes que puedan ser utilizados ante urgencias médicas.
El también médico especialista en hematología explicó que los componentes sanguíneos no existen de manera sintética, por lo que, si una persona requiere alguno de ellos para recuperar o preservar su salud, es necesario obtenerlos por medio de donación.
Detalló que existen tres componentes sanguíneos principales: concentrado de glóbulos rojos; plasma fresco congelado, del cual se obtienen otros derivados; y el concentrado de plaquetas, que beneficia principalmente a personas hospitalizadas en recuperación.
El proceso de selección está basado en la toma de una muestra sanguínea que determina la presencia de anemia, alteraciones en plaquetas o glóbulos blancos; de ser negativo el donante, el personal de enfermería toma signos vitales para monitorear su salud.
Para garantizar que la sangre sea segura, debe realizarse correctamente el proceso de selección. Por ello, se realiza un análisis serológico que determina marcadores infecciosos presentes; en el instituto se cuenta con seis de ellos para identificar la presencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis B y C, sífilis, Brucella y la enfermedad de chagas, que es un padecimiento infeccioso, causado por un parásito protozoario Trypanosoma cruzi.
El periodo ventana (tiempo de haber adquirido una infección y salir reactivo con prueba serológica) es de 18 días a dos meses. Por ello, la importancia de una correcta evaluación sobre factores de riesgo. En el Issste se realiza un cuestionario riguroso para conocer prácticas de riesgo que comprometan la calidad de la sangre.
La donación de sangre es muy segura, de modo que las mujeres pueden hacerlo tres veces en un año, mientras que los hombres hasta cuatro. Para hacerlo se requiere tener peso mayor a 50 kilogramos y encontrarse clínicamente saludable. Debe de ser de manera voluntaria y altruista, de este modo se promueve el autocuidado y evita prácticas de riesgo que puedan comprometer la salud individual y la de receptores.
En el Issste se implementa un sistema de gestión de componentes sanguíneos para evitar desabasto, de modo que, si disminuye el porcentaje, se realizan acciones para fomentar la cultura de la donación, de modo que el personal médico se suma a campañas para incrementar el número de voluntarios.