Según datos publicados en el Nature Journal en 2024, se estima que 850 millones de personas a nivel global padecen la Enfermedad Renal Crónica (ERC), lo que representa aproximadamente el 10% de la población mundial. Sin embargo, esta cifra podría ser aún mayor, ya que muchos casos no son diagnosticados debido a la falta de acceso a servicios de salud en países de bajos recursos.
En Latinoamérica, la situación es grave: se calcula que 9 de cada 10 personas con ERC no saben que la padecen, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves y reduce las posibilidades de un tratamiento oportuno.
En México, la ERC es una de las principales causas de muerte, con una prevalencia estimada de 12% en la población adulta, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT). La diabetes y la hipertensión, dos de los principales factores de riesgo, afectan a más del 15% y 30% de los mexicanos, respectivamente.
Por su parte, en Colombia, se estima que más de 4 millones de personas padecen ERC, con una tasa de diagnóstico tardío que supera el 70%, de acuerdo con la Cuenta de Alto Costo (CAC).
La Dra. Andrea Linares , nefróloga de la Cleveland Clinic, subraya que “la ERC es una enfermedad silenciosa que avanza sin síntomas evidentes hasta etapas avanzadas. En Latinoamérica, el acceso limitado a diagnósticos tempranos y tratamientos adecuados agrava aún más el problema, especialmente en comunidades rurales y de bajos recursos”.
Las principales causas de la ERC en la región son la diabetes y la hipertensión arterial, condiciones que han aumentado significativamente en los últimos años debido al incremento de la obesidad y los estilos de vida sedentarios. Además, la falta de controles médicos regulares y la desinformación contribuyen a que la enfermedad no sea detectada a tiempo.
La Dra. Linares recomienda realizar chequeos anuales que incluyan exámenes de creatinina sérica y análisis de orina para detectar proteínas. También es fundamental mantener un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada y actividad física regular, así como controlar los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial, especialmente en personas con antecedentes familiares de diabetes o hipertensión.
En los últimos años, se han desarrollado tratamientos farmacológicos como los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 (SGLT2), que han demostrado ser eficaces en retrasar el avance de la ERC en pacientes con diabetes. Sin embargo, el acceso a estos tratamientos sigue siendo un desafío en muchos países latinoamericanos.
Cleveland Clinic, líder mundial en atención médica e investigación, ha estado a la vanguardia en el desarrollo de tecnologías y enfoques innovadores para el diagnóstico y tratamiento de la ERC. A través de su Departamento de Nefrología e Hipertensión, Cleveland Clinic ha implementado programas de detección temprana y manejo integral de la enfermedad, incluyendo el uso de ultrasonidos avanzados, resonancias magnéticas y biopsias renales para identificar causas específicas de daño renal.
Además, han sido pioneros en el uso de terapias como la dapagliflozina y la finerenona, que han demostrado retrasar la progresión de la ERC en pacientes con diabetes y otras nuevas terapias para las enfermedades autoinmunes.
Nuevos Avances en la Lucha contra la ERC
En los últimos años, la investigación médica ha logrado avances significativos en la detección y tratamiento de la ERC. Estudios recientes publicados en The Lancet y Nature Medicine han identificado nuevos biomarcadores y tecnologías de inteligencia artificial que permiten diagnosticar la enfermedad en etapas más tempranas, incluso antes de que se presenten síntomas.