MURCIÉLAGOS: HÉROES NOCTURNOS, DE NUEVO AMENAZADOS

Estos mamíferos voladores lidian siempre con historias populares que llevan al incendio de sus cuevas, a que se les atrape para utilizarlos como remedios contra enfermedades o incluso se les mate ahora como responsables del Covid-19.

Martha Mejía
Bienestar
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Por temor a contagiarse del Covid-19 aldeanos peruanos que habitan en los Andes quemaron a por lo menos 500 murciélagos: los señalan como culpables de la pandemia.

Los murciélagos siempre han tenido que lidiar con ideas equivocadas que se difunden sobre ellos, historias populares que han llevado al incendio de sus cuevas, a que se les mate o incluso se use en supuestos remedios contra distintas enfermedades.

¿Pero cuál es la relación que existe entre ellos y el coronavirus?

Reservorios

El virus causante del Covid-19 pertenece a la familia de los coronavirus, la cual agrupa a por lo menos 40 diferentes tipos de virus. De acuerdo con diversos estudios los coronavirus pudieron tener su origen evolutivo en los murciélagos.

“Los coronavirus son una familia de virus sumamente diversa en el planeta. Han estado con nosotros desde hace cientos de años. Hay cepas de coronavirus que afectan al humano, otras afectan al ganado, otras a las mascotas y a la fauna silvestre en general”, explica en entrevista Óscar Rico Chávez, profesor titular de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM e investigador del Laboratorio de Ecología de Enfermedades de la misma facultad.

Esther Quintero, subcoordinadora de especies prioritarias de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), explica en tanto que fue a partir del surgimiento del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés), en China en 2003, cuando se comenzaron a hacer estudios más rigurosos en los que se encontró que los murciélagos son los animales que sirven como reservorios de todos los coronavirus.

“Generalmente los coronavirus no saltan directamente hacia las personas: saltan a un animal que es el intermediario y después pueden llegar a los humanos. Hay muy pocos casos registrados de coronavirus que salten directamente de los murciélagos a los humanos. Este Covid-19 es muy similar al de la epidemia de SARS, por lo que se dieron cuenta que también se origina en los murciélagos, pero a la fecha no se sabe con precisión cuál fue el animal intermediario; probablemente se trate de un pangolín”.

Cuando se dice que el origen fue en los murciélagos, agrega Óscar Rico, no se debe de entender que el murciélago tiene la culpa, “simplemente nosotros como humanos o con nuestras actividades humanas nos hemos acercado muchísimo a ellos, hemos invadido sus nichos, sus cuevas, nos alimentamos de ellos. En China es una costumbre consumir carne de murciélago debido a que es una fuente de proteína fácil de conseguir, es abundante y barata, además de que a eso se le suma la creencia de que tiene poderes curativos”.

Mercados sucios

Los especialistas indican que un factor determinante para el surgimiento del nuevo Covid-19 es que tanto en Wuhan, epicentro de la pandemia, como en toda China existen mercados vivos. “En estos se dan una conjugación de muchas especies de fauna silvestre, donde conviven murciélagos, civetas, perros, reptiles, aves y demás animales. Su sangre y sus heces vuelan en el aire. Esos mercados son un caldo de cultivo para que estos virus puedan mutar y adaptarse a nuevas especies. Es lo que pasó con el SARS y también con el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), del cual el origen fueron murciélagos junto con camellos”.

En el caso del Covid-19, señala el especialista, se especula y se tiene evidencia de que también tiene un origen en murciélagos y en el pangolín. “Esta es la especie más traficada en el planeta porque se piensa que tiene propiedades curativas y mágicas”.

De repente, explica Rico, “estamos entrando en contacto con un montón de virus que estaban en vida libre, circulando desde hace millones de años sin tener contacto con humanos; pero gracias a nuestras actividades aumenta la tasa de contacto, modificamos la composición de la fauna silvestre y además la extraemos, la consumimos o la comercializamos, sin saber qué efectos puedan llegar a tener en nuestro organismo”.

Esther Quintero, de la Conabio, agrega que la recomendación es continuar con los estudios sobre el origen de este virus. “Tenemos que entender cómo controlar a todos estos virus, no solamente al Covid-19 sino la gran gama de coronavirus que nos pueden atacar, porque sabemos que están ahí y que pueden llegar a nosotros”.

Por otro lado, comenta, es muy importante controlar el tráfico de especies. “Controlar la manera en cómo se manejan y cómo se comercializan. Aunque sea de manera legal se debe cuidar cómo hacerlo. Muchas comunidades en el mundo dependen de la comercialización de la carne de muchos animales para poder subsistir, pero es importante concientizar a la gente del peligro que se tiene al consumir estos animales y cuál es la mejor manera de hacerlo”.

Sin ellos, nada

Pese al descrédito que tienen ahora es un hecho que los murciélagos aportan grandes beneficios a la humanidad ya que sin ellos, por ejemplo, sería imposible disfrutar del tequila o el mezcal, además de que de no ser por ellos varios cultivos estarían a merced de diversas plagas.

Los murciélagos son los únicos mamíferos voladores. Existen alrededor de mil 300 especies en el mundo. En México se conocen 138 especies.

Son nocturnos; es decir, la mayor parte de sus actividades las realizan durante la noche debido a que no tiene una buena visión: usan la ecolocalización para navegar y encontrar comida en la oscuridad.

“Los murciélagos tienen una adaptación fisiológica que hace que casi no tengan infecciones. El hecho de volar hace que su metabolismo sea muy eficiente y que tenga que reparar casi de inmediato los daños celulares que lleguen a tener, y eso hace que los virus no les hagan daño”, explica Quintero.

En México alrededor de 70% de los murciélagos son insectívoros; ellos prestan un servicio ecológico muy importante, que es el control de plagas. “Estos murciélagos viven en colonias dentro de cuevas. Las colonias pueden tener hasta diez mil individuos. Se calcula que por colonia pueden llegar a comer una tonelada de insectos cada noche. Esto es muy importante porque así se controla de forma natural el número de insectos que existen. Y esto es fundamental para los sistemas agroecológicos y de siembra”, explica la especialista.

A su vez los murciélagos carnívoros mantienen a raya las poblaciones de pequeños reptiles y mamíferos, mientras que los frugívoros son responsables de dispersar las semillas de las frutas que comen y gracias a ellos estas plantas pueden seguir viviendo, lo que resulta vital para la regeneración de bosques y selvas.

“Los murciélagos también son fundamentales para la polinización de algunos agaves tequileros, de donde salen también el mezcal y el pulque; económicamente para el país es un servicio ecosistémico muy importante”, finaliza Quintero.