Con el propósito de fomentar la protección, preservación y conservación de la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y el desarrollo rural sustentable en el Suelo de Conservación, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina dio a conocer este miércoles 13 de enero en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el Proyecto de Norma Ambiental PROY-NACDMX-002-RNAT-2019 que establece los requisitos, lineamientos y especificaciones técnicas para la producción agroecológica en el Suelo de Conservación de la capital.
Esta Norma Ambiental establece las condiciones para la implementación de prácticas agroecológicas en el Suelo de Conservación de la ciudad, condicionando las actividades humanas que puedan afectar la salud de la población, la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
El 59% del territorio de la Ciudad de México constituye el Suelo de Conservación, que abarca 88 mil 652 hectáreas, de las cuales el 70% son de propiedad social (ejidal y comunal). Esta zona posee características climáticas, topográficas, hidrológicas y edafológicas que hacen posible la existencia de gran biodiversidad de ecosistemas importantes: bosques, pastizales y humedales.
Estos ecosistemas albergan biodiversidad y proporcionan servicios ecosistémicos relevantes para la sobrevivencia de la población y estos son fundamentales para el bienestar de la población no sólo a nivel local sino regional y global para la estabilización de suelos, el control de inundaciones y deslaves, la regulación de los ciclos hidrológicos y biogeoquímicos, la captura de carbono, la retención de partículas suspendidas, y desde luego, la producción de alimentos, entre otros.
Dentro de los requisitos, lineamientos y especificaciones técnicas para la producción agroecológica en el Suelo de Conservación de la capital destaca el hecho de que no se permitirá en las unidades de producción agroecológicas la quema de vegetación o áreas con vegetación, de materia orgánica, esquilmos agrícolas o residuos orgánicos en general.
También que se deberá establecer en el plan de manejo agroecológico, las actividades y prácticas en materia de conservación y uso eficiente del agua, para procurar el equilibrio local y regional sobre su uso, además de que deberán desarrollarse acciones para evitar su contaminación y pérdida durante el proceso productivo, sin afectar a terceros ni a los organismos que de ella dependan como flora y fauna.