Ciudad del Cabo, capital de Sudáfrica, encendió en 2018 las alarmas en todo el mundo al anunciar que sería la primera metrópoli en llegar al Día Cero, es decir, el momento de quedarse completamente sin agua. No obstante, la capital sudafricana no es la única que desde aquel entonces enfrenta severas condiciones de escasez del vital líquido.
Naciones Unidas estima que para 2050 entre tres mil 500 y cuatro mil 400 millones de personas tendrán acceso limitado al agua.
Las razones de estas crisis, de acuerdo con los especialistas, son mucho más profundas que la sequía: el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) revela que las extracciones de agua en todo el planeta se han más que duplicado desde 1960 debido a la creciente demanda y no muestran signos de desaceleración.
Datos arrojados por su herramienta Aqueduct indican que son 17 países, donde vive una cuarta parte de la población mundial, los que enfrentan niveles extremadamente altos de estrés hídrico porque la agricultura de riego, las industrias y los municipios extraen en promedio cada año más de 80% de los suministros de agua disponibles.
La herramienta revela que doce de los 17 países con mayor escasez de agua se encuentran en Oriente Medio y África del Norte.
México se ubica en el lugar 24 de 164 naciones en la categoría “alto estrés hídrico”, ya que consume anualmente entre 40 y 80% de su agua disponible.
Además, no hay que olvidar que el cambio climático tiene una gran relevancia en este aspecto, puesto que al aumentar la intensidad de los fenómenos atmosféricos, las sequías son más intensas, prolongadas y tienden a agravar los ciclos agrícolas. Esto a su vez genera millones de desplazados climáticos. Según la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) los eventos relacionados con el clima provocaron en la última década un promedio de 21.5 millones de nuevos desplazamientos cada año.
“El anterior (2021) fue uno de los años más secos en México, de acuerdo con los registros históricos del Servicio Meteorológico Nacional. Lógicamente 2022 no viene bien. Llueve mucho en el centro del país, pero en el norte no ha llovido prácticamente nada. Es muy preocupante y desde luego que podemos identificar a esta situación como parte de las consecuencias del cambio climático”, advierte en entrevista José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y exsecretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y exprocurador federal de Protección al Ambiente (Profepa).
En este sentido, explica, “todos los modelos científicos demuestran que vamos a eventos extremos y una de las primeras consecuencias es la alteración de los sistemas hidrológicos. Estamos ante un fenómeno muy serio”.
Ahora presidente de la asociación ciudadana Ciudad Posible, Luege asegura que “hoy se vive una emergencia en el planeta como consecuencia del agravio a la biodiversidad y la contaminación. Y eso afecta principalmente al agua, lo que además representa un reto para todos los gobiernos del mundo”.
Ciudades secas
Otro estudio que centra la atención en el tema es el que publicó recientemente la revista científica Nature, intitulado Futura escasez de agua en las zonas urbanas a nivel mundial y posibles soluciones, en el que se detalla que para 2050 al menos 20 de las principales megaciudades del mundo enfrentarán una severa falta del vital líquido.
El principal factor, de acuerdo con la investigación, es el crecimiento de la población, que provocará una alta demanda en el recurso hídrico. En este sentido, advierte que “la población urbana mundial que enfrenta escasez de agua (dos mil 200 millones de personas no tenían acceso a servicios de agua potable en 2019) aumentará entre mil 693 y dos mil 373 mil millones de personas (casi un tercio de la mitad de la población urbana mundial) para 2050”.
Las ciudades que enfrentarán escasez de agua para 2050 son Nueva Delhi (India), Shangai (China), Ciudad de México (México), Sao Paulo (Brasil), Mumbai (India), El Cairo (Egipto), Beijing (China) y Nueva York (Estados Unidos).
También Dhaka (Bangladesh), Karachi (Pakistán), Estambul (Turquía), Manila (Filipinas), Tianjin (China), Los Ángeles (Estados Unidos), Moscú (Rusia), Lahore (Pakistán), Bangalore (India), Yakarta (Indonesia) y Lima (Perú).
Según el estudio la solución más efectiva es el comercio doméstico de agua virtual, lo que aliviaría la escasez del líquido en 208 ciudades grandes, incluidas 14 megaciudades.
Caos mundial
Actualmente cerca de 46% del territorio de la Unión Europea está expuesto a niveles de sequía considerados de riesgo, lo que significa un déficit importante de humedad del suelo, indicó el Centro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en inglés) en su informe de julio. Señaló que 11% está en nivel de alerta, con la vegetación y los cultivos debilitados por la falta de agua.
“Francia, Rumania, España, Portugal e Italia probablemente tendrán que hacer frente a una caída de la productividad de los cultivos”, sobre todo de los cereales, generada por el “estrés hídrico y térmico”, indicó el informe.
Por su parte, Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia también se han visto afectadas, mientras que la cuenca del río Po, en Italia, “se enfrenta al nivel más alto de sequía severa debido a una sequía intensa declarada en cinco regiones italianas”, aseguró la Comisión Europea.
También la parte occidental del viejo continente sufre los efectos de la canícula en este periodo de estiaje, advirtió Clare Nullis, vocera de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), quien subrayó que Italia ya afronta su peor sequía en décadas.
En África la situación no es mejor, puesto que luego de cuatro temporadas de lluvias fallidas la sequía arrasa con cultivos y pastizales, obligando a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en busca de agua y alimentos.
Los últimos pronósticos de la OMM indican que son muy altas las probabilidades de que la próxima temporada de lluvias, de octubre a diciembre, también sea insuficiente. Como consecuencia principalmente del cambio climático, la sequía extrema es generalizada y persistente sobre todo en Somalia, las tierras áridas y semiáridas de Kenia y las zonas de pastoreo de Etiopía, que reciben escasas precipitaciones, por lo que casi 17 millones de personas enfrentan actualmente una inseguridad alimentaria aguda alta. Según la ONU esta cifra podría ascender a 20 millones en septiembre.
El aumento de las temperaturas también impacta a América del Norte: De acuerdo con el Monitor de Sequía de América del Norte (NADM, por sus siglas en inglés), al cierre de junio las temperaturas en la región se situaron sobre lo normal: “23.9% del territorio está en condiciones de sequía, afectando a 25.5% de la población”, indica la herramienta de medición.
Por citar algunos ejemplos, las llanuras del sur de EU experimentan una ola de calor y una sequía sin precedentes. En Texas casi 45% del estado atraviesa una sequía excepcional o extrema, incluyendo partes del oeste y centro-sur cerca de la frontera con México. En todo el estado 15 millones de residentes se han visto afectados por la sequía.
En Nuevo México casi 60% del estado sufre una sequía excepcional o extrema y 1.5 millones de personas viven en condiciones de sequía.
Además, dos de sus mayores embalses, que proporcionan agua y electricidad a millones de personas, corren el riesgo de convertirse en pequeños charcos. Se trata de los lagos Mead, en Nevada y Arizona; y Powell, en Utah y Arizona, que se encuentran actualmente en sus niveles más bajos. “Si siguen así el nivel de agua en las presas sería tan bajo que ya no podrían fluir río abajo y alimentar a las centrales hidroeléctricas”, declaró Lis Mullin Bernhardt, experta en ecosistemas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Ambos cuerpos no solo proporcionan agua y electricidad, sino que también generan riego para la agricultura. Los expertos advierten que a medida que se agrave la crisis habrá que introducir recortes de agua, pero esto incluso podría no ser suficiente.
México
A finales de junio dos tercios de México se encontraban en condiciones de sequía, afectando a más de 21 millones de personas. Los estados del norte a lo largo de la frontera con EU son los más afectados.
De acuerdo con Monitor de Sequía en México, integrado al Monitor de Sequía de América del Norte (NADM), casi una cuarta parte de Chihuahua y un tercio de Coahuila se encontraban en sequía excepcional o extrema.
De ahí que para el 12 de julio la Conagua declaró el inicio de emergencia por sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para 2022.
Una de las ciudades más afectadas es Monterrey, capital de Nuevo León y segunda área metropolitana más grande de México.
De acuerdo con los especialistas, la mitad del abasto de agua en Monterrey depende de fuentes artificiales: las presas Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca. Estas dos últimas están en el nivel históricamente más bajo y el Cuchillo, además de su bajo nivel, debe abastecer a una parte de Tamaulipas; otro 50% de agua que abastece a la metrópoli proviene de pozos profundos, someros y un manantial, así como fuentes superficiales de galerías filtrantes.
En la segunda semana de julio, cuando las temperaturas en Nuevo León se elevaron a 40° C, los niveles de agua cayeron tan bajo en la presa Cerro Prieto, que ya no se pudo extraer agua del lago. En respuesta, la Conagua anunció medidas de emergencia que incluyen la reorientación de algunas asignaciones de aguas industriales y agrícolas para garantizar el suministro residencial.
Germán Martínez Santoyo, director general de la Conagua, explicó que entre las medidas que puede llevar a cabo la comisión está limitar de forma temporal los derechos de agua mediante reducciones de volúmenes a los concesionarios que se encuentren en cuencas en condiciones de sequía.
Además, estipuló que los titulares de concesiones de aguas para usos industrial y agrícola podrán proporcionar a terceros de manera provisional el uso total o parcial de las aguas concesionadas. Asimismo, permitiría a los concesionarios privados transmitir sus derechos temporalmente a la Conagua para garantizar la disponibilidad de agua requerida para la población.
“Quiero hacer énfasis en que las medidas que se anunciaron no apuntan a inhibir el desarrollo de esta región, que ha sido un destino importante para la inversión y el desarrollo de México”, dijo.
Para ello, precisó, la Conagua seguirá celebrando convenios de concertación con los concesionarios, “como ya lo hemos venido realizando. Como ha dicho el presidente, nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho”.
Detalló que el organismo operador de Nuevo León cubrirá el pago de derechos conforme a la cuota de uso público urbano prevista en la Ley Federal de Derechos, respecto de los volúmenes aprovechados, en tanto que los concesionarios quedarán liberados del pago del derecho de agua aportada durante la aplicación de estas medidas.
Tomar acciones
Para Luege Tamargo enfrentar la crisis hídrica actual implica una visión de largo plazo, además de tener una mejor administración de cuencas. “Hay que ponernos una hoja de ruta al 2050. Asimismo, se debe lograr una mayor eficiencia en el uso del agua industrial, doméstico y agrícola. El mayor reto son las unidades de riego, además de tener una tecnificación al máximo e invertir en organismos tecnificados, con personal técnico calificado”.
Aunado a ello, explica, debe haber una inversión sostenida anual dirigida a infraestructura, presas, acueductos, plantas tratadoras. “Debe haber un llamado de atención nacional sobre el agua e inversión en infraestructura. El futuro del agua está en riesgo y eso implica que está en riesgo la sustentabilidad de México”, indica.
Por su lado, Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, profesor-investigador del Tec de Monterrey, explica que el problema que enfrenta Monterrey es la falta de tratamiento de sus aguas residuales, “ya que si le diéramos tratamiento al menos a 50% de toda esta agua Nuevo León podría tener agua para más meses”.
Apunta que toda el agua que se ensucia se tira al drenaje y no se le da un tratamiento adecuado. Reitera: “Por un lado, no hay cosecha de agua; segundo, está creciendo mucho la población de la ciudad y no tiene garantizado el abasto del agua; y, tercero, Monterrey se ha caracterizado históricamente por un déficit hídrico. Siempre les ha faltado el agua, esos son los factores”.
El especialista en cambio climático explica que para enfrentar la situación actual de déficit hídrico en el país se debe echar a andar el mayor número de plantas de tratamiento de agua. “Hay que reciclar toda el agua que sale del drenaje; una vez que la reciclemos, la purifiquemos y la reinsertemos al freático para que tengamos más agua, entonces posiblemente tengamos como más años de margen”, advierte.
Manuel Perló Cohen, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, coincide en señalar que el estrés hídrico tiene relación directa con el crecimiento de las ciudades en regiones del país donde el líquido viene fundamentalmente del manto freático.
En este sentido, señala, es importante proteger las áreas de recarga del acuífero. “Debemos conservarlas como si fueran lugares sagrados, porque si las perdemos el agua que debería infiltrarse va a correr por el asfalto e irá a dar al drenaje. Una opción más es hacer la recarga artificial de acuíferos con agua tratada de calidad, como lo que se realiza en países como EU, Australia, Alemania o Israel”.