CEMPASÚCHIL: LA FLOR ETERNA

Por segundo año consecutivo la ruta agroturística Flores del Mictlán, un recorrido a pie o en bicicleta por la zona de producción chinampera en Xochimilco, oferta una producción de dos millones 800 mil plantas.

Martha Mejía
Bienestar
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Productores de cempasúchil de Xochimilco esperan recuperar ventas luego de dos años de pandemia.
Rogelio Morales/Rogelio Morales

En el marco de la celebración del Día de Muertos autoridades ambientales capitalinas en conjunto con floricultores de Xochimilco dieron inicio a la ruta agroturística Flores del Mictlán.

Se trata de una de las vendimias de flor de cempasúchil más grande en el país, misma que puede realizarse a pie o en bicicleta por la zona de producción chinampera y por el Mercado de Plantas y Flores San Juan Acuexcomatl hasta el 2 de noviembre.

Tradición milenaria

El cempasúchil, que significa en náhuatl “flor de 20 pétalos”, es junto con las calaveritas de azúcar y el pan de muerto uno de los iconos de las fiestas que celebra México durante los primeros días de noviembre.

Uno de los poblados donde se produce esta flor tan característica de la temporada es San Luis Tlaxialtemalco, un pueblo originario de Xochimilco, que desde su fundación hace más de 400 años tiene como actividad principal el cultivo de flores y hortalizas. No obstante, la tradición de siembra y venta de cempasúchil viene de épocas milenarias.

“Se dice que la cultura mexica ya utilizaba al cempasúchil con fines tradicionales y de culto; es decir, para adoración de los dioses. Era la flor predilecta para adornar los altares. Hay una gran variedad de esta planta. La que nosotros cultivamos es la de ornato, específicamente la variedad Marvel, aunque en la zona también se comercializan los clemolitos, que es la flor de corte que se venden en ramo. Esta es la planta alta: su tallo puede llegar a medir hasta un metro de altura y sus flores son más pequeñas y menos abundantes”, explica Fernando Jiménez Cruz, productor de plantas de ornato y de temporada de la zona chinampera de Xochimilco.

Aparte de su función decorativa el cempasúchitl, conocido en otros países como Mary Gold debido a su color amarillo intenso, también se aprovecha para fabricar insecticidas y ciertos medicamentos que nos recuerdan el uso que las culturas prehispánicas le dieron como parte de su medicina tradicional.

La flor es una aliada para aplacar los cólicos estomacales; el té preparado con los botones y tallos puede calmar el dolor, detener la diarrea, el vómito y la indigestión.

“Podemos decir que en esta zona se comercializa entre 70 y 80% de la variedad Marvel, que es la de maceta; y 30% es de clemolitos, que son los tradicionales”, explica Jiménez Cruz.

Comparte que su familia comenzó a cultivar el cempasúchil hace 30 años y lo sigue haciendo como parte de una tradición.

“La actividad viene de mi tatarabuelo, mi abuelo, mis padres y ahora yo junto con mi hermano la mantenemos viva. Ambos tuvimos oportunidad de estudiar una carrera y esto nos ayuda a innovar dentro de las plantas de ornato y de temporada que requiere el mercado actualmente”, indica el también agrónomo y cabeza del vivero San José.

Ruta agroturística

Durante el banderazo de salida de la ruta agroturística Flores del Mictlán, Columba López Gutiérrez, directora general de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), indicó que la venta de cempasúchil este año oferta dos millones 800 mil plantas, producción que representará una derrama económica de 100 millones de pesos.

“Hoy la Corenadr le apuesta al agroturismo, que es la visita de la gente para comprar directamente a los productores. Todas las mañanas se observa a personas que salen en sus carritos de venta de mayoreo. A partir de la feria que hicimos el año pasado los productores de esta zona reportan ventas para 20 estados del país. El impacto económico, social y ambiental que ha tenido la propuesta del programa Altepetl es bastante grande y ya podemos cosechar resultados”, dijo.

Precisó que de 664 mil plantas que se produjeron en 2018, solo se vendió 64%; en 2019 se produjeron y vendieron 900 mil plantas; mientras que en 2020 un millón 200 mil plantas y para este año se duplicó la cifra de producción. “Es un incremento enorme que repercute directamente en la formación de empleos y el cuidado del medio ambiente. La producción en el suelo de conservación es necesaria para que no haya vivienda, ya que esta lo que hace es demandar agua y no produce servicios ambientales”, recalcó.

Al respecto, Fernando Jiménez, productor de la planta, coincide con que las ganancias durante la temporada pasada aumentaron significativamente. “La derrama económica que tuvimos fue muy buena. Por ejemplo, en temporadas normales antes de la ruta el precio de una planta (maceta) era de entre ocho y doce pesos; este último era un precio bastante bueno, pero era lo máximo a lo que podíamos aspirar a vender; pero después de la ruta el precio mínimo fue de doce pesos y el máximo incluso llegó a los 20”.

Comparte que tanta fue la demanda de la vendimia en 2020 que la producción se acabó en los últimos días de octubre. “Más o menos por el día 29 ya no había planta. Entonces para los que todavía tenían el precio se fue al cielo, alcanzaron a venderlas hasta los 29 pesos. Por eso este año nosotros esperamos buena venta. De hecho, ya comenzaron a llegar mayoristas de otras entidades como Puebla, Guanajuato, Oaxaca y el Estado de México”.

De acuerdo con las autoridades capitalinas, al reducir a los intermediarios al mínimo se mejoran las ganancias y el bienestar de las familias rurales, mientras se ofrecen productos cultivados mediante prácticas agrícolas sostenibles y amigables con el medio ambiente.

Recomendaciones

La ruta agroturística Flores del Mictlán, que abarca la zona chinampera de San Luis Tlaxialtemalco, San Gregorio Atlapulco, así como el Mercado de Plantas y Flores San Juan Acuexcomatl, podrá recorrerse hasta el 2 de noviembre, a pie o en bicicleta, de lunes a domingo en un horario de 9:00 a 18:00 horas.

Debido a que es un Área Natural Protegida y Zona Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad, declarada así por la UNESCO, es importante llevar bolsa

reutilizable para generar el menor impacto en la zona; además de cubrebocas y gel antibacterial como medidas sanitarias.

“Pueden venir solos, en pareja, en familia, caminando, con bicicleta, en auto, como quieran, pero vengan”, invita Jiménez Cruz. Y apunta que “en la zona de producción el recorrido, que dura más o menos tres horas, puede realizarse de nueve de la mañana a cinco de la tarde, mientras que en el mercado las actividades se cierran una hora después”.

De acuerdo con el productor existen varias razones que le dan un plus a la ruta agroturística. “Hay muchos beneficios: el primero es el esparcimiento que puede generar visitar los invernaderos, además del mercado donde también podrán degustar algunos antojitos; la segunda es que los visitantes pueden elegir sus plantas porque hay mucha variedad. En este sentido también podrán ver y conocer, tomarse fotos con esta belleza natural que todavía tenemos dentro de la ciudad. Y otra es que nos puedan preguntar a los productores todas las dudas que tengan respecto del tratamiento y cuidado de la planta e incluso de otras plantas que también cultivamos aquí, como nochebuenas o suculentas”, finaliza.