Por: Martha Mejía
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Cada año las pérdidas por trayectos ineficientes en el transporte público en la Zona Metropolitana del Valle de México pueden sumar hasta 25 mil 677 pesos por cada capitalino que opte por esa forma de movilidad: el congestionamiento de los principales corredores que enlazan al Distrito Federal con el Estado de México genera pérdidas millonarias.
Tiempo y dinero
Para los habitantes de los municipios conurbados, el impacto por la ineficiencia del transporte público suma al año el equivalente de hasta 19 mil pesos en pérdida de tiempo.
A pesar de que en el DF se ha renovado parte del transporte concesionado a través de la creación de corredores viales, un capitalino pierde al año seis mil 667 pesos más que un mexiquense.
Son datos que revela el estudio Pérdidas millonarias por fallas en la movilidad urbana, divulgado por la organización El poder del consumidor.
En entrevista con Vértigo, Daniel Zamudio, coordinador del área de transporte de esta asociación, señala que en el análisis se midió la velocidad máxima promedio que alcanzó el transporte público en los 15 corredores de mayor afluencia de pasajeros del DF y de la Zona Metropolitana.
“El viaje del Edomex al DF requiere una inversión promedio, por recorrido, de una hora con 27 minutos, a una velocidad de 12.4 kilómetros por hora, mientras que los usuarios del DF invierten una hora con 42 minutos a una velocidad promedio de 11.3 kilómetros por hora”, explica.
Aunque el estudio se realizó para cifrar las pérdidas monetarias para los usuarios del transporte público, también midió el impacto económico para automovilistas.
“En los corredores que van del Edomex al DF el tiempo de recorrido en auto fue de una hora con 30 minutos; la diferencia únicamente fue de 15 minutos con el transporte público. Mientras que la velocidad sólo aumento 2.8 kilómetros por hora, así que no existe gran ahorro de tiempo”, indica.
Zamudio señala que la movilidad en la Zona Metropolitana no está cumpliendo con las expectativas de los usuarios. “Diferentes sondeos de opinión que hemos realizado arrojan que más de 50% de los usuarios de transporte público dicen que este ha bajado de velocidad, que es costoso y que no satisface sus necesidades en tiempo de traslado; además de que es inseguro”.
Movilidad sustentable
En general, en nuestro país son pocos los intentos de mejorar la movilidad buscando su transición hacia esquemas más sostenibles.
Aunque quizá la implementación del Metrobús, el programa Muévete en Bici y el Ecobici en la Ciudad de México, el Macrobús y la Vía Recreativa en Guadalajara, el Optibús en León, el Paseo Colón en Torreón y el Paseo de Ciudad Lerdo correspondan los primeros pasos hacia esa transición.
De acuerdo con los expertos, entre ellos varios del Banco Mundial, la movilidad urbana sostenible pretende reducir el impacto social y ambiental de la movilidad motorizada en las ciudades.
Algunos privilegian la sustitución del automóvil privado por los desplazamientos en transporte colectivo, buscando el mejoramiento del servicio, así como la reducción del consumo energético y de emisiones contaminantes.
Sistemas BRT
Durante la presentación de este estudio, Jesús Padilla, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad, señaló que los sistemas Bus Rapad Transit (BRT) podrían ser una solución al problema, ya que pueden atender hasta 30% de la demanda de transporte en el Valle de México, lo cual deberá tener como complemento la instalación de carriles exclusivos para el transporte público en avenidas.
Además de mejorar la calidad del servicio, esta medida lo haría más seguro, reduciendo hasta en 80% los accidentes viales.
Javier Hernández, director de la carrera de Ingeniería en Transporte en UPIICSA-IPN, destacó a su vez que la principal afectación a la velocidad del transporte público es por el volumen de coches que circula en las calles, más que por fallas en la operación de las unidades. De ahí que ofrecerles un carril exclusivo no sólo mejoraría la velocidad, sino que también reduciría las emisiones contaminantes.
Por su parte, Alejandro Villegas, experto en movilidad urbana y calidad del aire, consideró indispensable que el transporte concesionado sea más seguro, ya que actualmente provoca la muerte de más de dos mil personas al año en la Zona Metropolitana.
Asimismo, destacó la necesidad de articular todos los modos de transporte en la Zona Metropolitana con tarifas integradas y adoptar estrategias de planeación de la movilidad.
Alternativas
La propuesta central, señala Daniel Zamudio, es seguir apostando por la modernización y la expansión del transporte público integrado en la Zona Metropolitana.
En este sentido, ya se han dado algunas cosas importantes, como la creación de empresas de transporte público entre las que destacan Copesa, Covilsa y Ecobús; pero no basta con la sustitución de los autobuses o microbuses viejos, sino que debe haber una política pública completa que comprenda la creación de ciclopistas, de infraestructura necesaria para áreas exclusivas, un único medio de pago, entre otras. Esta propuesta, indica Zamudio, se le hará llegar a los gobiernos del DF y del Edomex.
El también ingeniero en Transporte recalca que el problema no radica sólo en la deficiente operación de los microbuses, autobuses o combis que fueron estudiados, ya que estos sólo se ven afectados por el congestionamiento de los automóviles privados. “Hoy en día hay 5.5 millones de automóviles en la Zona Metropolitana; y no ha habido ninguna política que desincentive su uso; al contrario, ha habido gestiones que le han dado prioridad a la inversión a este tipo de vialidades: segundos pisos, supervías, pasos a desnivel, entre otras”.
El autor del estudio señala que lo ideal es reducir la inversión en este tipo de infraestructura y darle prioridad al transporte público, pues 80% de los viajes que se realizan se hacen en este y sólo 20% son en automóvil: “Si hubiera un transporte público de calidad, el automovilista se bajaría y usaría el transporte público, habría menos contaminación y una movilidad mucho más sustentable”, concluye.