El pasado 11 de agosto presenté, en la tribuna de la Asamblea Legislativa, un punto de acuerdo destinado a cambiar el nombre de la estación Tlatelolco del Metro por el de “Tlatelolco 2 de octubre de 1968”, recuerda el diputado Raymundo Martínez Vite.
A nombre del grupo parlamentario de Morena, explica Martínez Vite, exhorté a las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo a efectuar el referido cambio de nomenclatura, en virtud de que el nombre y la simbología de las estaciones de ese transporte corresponden a la historia, o bien a lugares o sucesos emblemáticos ligados con las zonas de la ciudad que recorren los convoyes.
El punto de acuerdo fue aprobado por el pleno de la Asamblea en la sesión ordinaria de ese día, subraya el legislador. Convendría entonces recordarles a las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo, subraya el representante popular por el distrito XXXV de Tláhuac, que el exhorto obedece a que en la Plaza de las Tres Culturas ocurrió uno de los sucesos más lamentables de la historia contemporánea de México. Un acontecimiento que marcó un antes y un después en nuestra historia, en particular de la Ciudad de México.
En la época prehispánica, recuerda el legislador de Morena, la simbólica plaza alojó al más grande mercado de ese tiempo, Europa incluida, y fue el último reducto del imperio de la gran Tenochtitlán hasta la caída final ante los españoles y sus aliados autóctonos.
En Tlatelolco se localiza la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, y en su interior, la Plaza de las Tres Culturas, la cual es un resumen arquitectónico de las tres etapas definitorias de nuestra historia: los restos de las edificaciones prehispánicas, el colonial Templo de Santiago Tlatelolco, construido con las piedras del gran santuario tlatelolca, y la propia unidad habitacional y el edificio que albergara a la Secretaría de Relaciones Exteriores, hoy propiedad de la UNAM.
En la Plaza de las Tres Culturas se yergue el monumento que rinde homenaje a los caídos en la matanza del 2 de octubre de 1968. Fue inaugurado en 1993, en la conmemoración del xxv aniversario de ese verano sangriento.
Conviene aclarar, acota el diputado de Morena, que no sería ésta la primera ocasión en que se modifica el nombre de una estación del Metro. El 27 de marzo de 2009, a la estación Viveros se le agregó la leyenda “Derechos Humanos” por encontrarse, en sus inmediaciones, la Sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ese mismo día, a la estación Etiopía le fue añadida, por razones obvias, la leyenda “Plaza de la Transparencia”.
De tal forma, si el cambio de nomenclatura fue realizado para recordar aspiraciones y conquistas sociales, el añadido “2 de octubre de 1968” serviría como estímulo para impedir que el olvido cubra con el velo de la indiferencia el autoritarismo criminal y el homicidio colectivo, recalca el legislador.
En consecuencia el diputado de Morena, Raymundo Martínez Vite, apela a la buena voluntad de las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en especial a su director Jorge Gaviño Ambriz, para que a través de su Consejo de Administración autoricen que a la estación Tlatelolco le sea añadida la fecha “2 de octubre de 1968”, para que a más tardar el próximo 2 de octubre en el marco de los 48 años de tan lamentable suceso se haga la modificación al nombre de esta estación del Metro.