Los mercados de la CDMX, Patrimonio Cultural Intangible

El Gobierno de la Ciudad de México emitió una declaratoria que busca salvaguardar las manifestaciones tradicionales

Redacción
Política
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Foto: Secretaría de Cultura

Las manifestaciones culturales tradicionales que se reproducen en los mercados públicos de la Ciudad de México, que van desde las formas de expresión popular hasta las relaciones de parentesco y compadrazgo, son Patrimonio Cultural Intangible de acuerdo con el decreto emitido por el Gobierno de la CDMX.

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, dio a conocer este lunes 15 de agosto el Decreto por el que se declara Patrimonio Cultural Intangible a las manifestaciones tradicionales que se reproducen en los mercados públicos ubicados en la Ciudad de México.

El documento busca salvaguardar todas las manifestaciones culturales, entendidas como el conjunto de festividades, manifestaciones artísticas, gastronómicas, ferias populares, actividades de esparcimiento, exposiciones de arte, artesanía nacional, formas de expresión, comercialización, abasto, organización comunitaria y demás manifestaciones colectivas que se realizan dentro de los mercados públicos de la capital.

La declaratoria considera a estos espacios públicos como entes sociales vivos y dinámicos, con una tradición ancestral que genera el desarrollo de la cultura mexicana, al ser los canales de abasto para 46% de los hogares capitalinos. De manera fundamental, se les otorga un papel activo en el desarrollo del tejido social, al integrar y reflejar la diversidad étnica, social y cultural con la que se ha forjado esta ciudad.

“El mercado público es un ente social vivo, dinámico, que en cada sitio donde se encuentra adopta personalidades diferentes, pero a la vez posee un estilo inconfundible como institución relevante del comercio citadino, por lo que ha contribuido a moldear la sociedad urbana de la Ciudad de México, así como también la sociedad citadina le ha dado forma al patrimonio cultural intangible”, cita el Decreto.

La declaratoria se fundamenta en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial aprobada en octubre de 2003 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).