La Ciudad de México es hoy el botín por el que grupos de transporte público libran una fiera batalla.
La polémica entre las aplicaciones de taxis como Uber y Cabify y las organizaciones de taxistas tradicionales llevó a que éstos últimos exigieran la regulación de los primeros y, semanas después, que sencillamente no se les permita operar .
La razón por la que los taxistas temen tanto a las nuevas tendencias en muy simple: los capitalinos con un teléfono inteligente pueden acceder a un servicio práctico y seguro a un costo razonable e, incluso, por debajo de los usuales.
Estas son las razones por las que el consumidor podría cambiar el rostro de los taxis en la Ciudad de México.
