Prevalece el oscurantismo: Salman Rushdie

Salman Rushdie se mueve con la entereza de un rockstar: su sola presencia puso en los reflectores la edición 2014 del Hay Festival de Xalapa.

Hector González
Todo menos politica
Vivo más tranquilo
Foto: Alexander Baxevanis / Creative Commons

Salman Rushdie se mueve con la entereza de un rockstar: su sola presencia puso en los reflectores la edición 2014 del Hay Festival de Xalapa.

De origen indio, el narrador sabe que es una celebridad. Camina por su hotel con tranquilidad, pero apenas alguien se le acerca para pedirle una foto o que conteste alguna pregunta un miembro del comité organizador sale al quite para decir que no. “No queremos que nos cancele todo”, argumenta.

¿Sería la misma celebridad de no haber padecido la amenaza del Ayatollah Khomeini tras la publicación de su libro Los versos satánicos? Probablemente no.

Rushdie es más famoso que leído. Tal vez por eso intenta escapar del tema político y hablar de literatura. Durante su diálogo público con la periodista Gaby Wood, sostenido en el Teatro del Estado de la capital veracruzana, reconoce la influencia de autores como Gabriel García Márquez, su amigo Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante y en especial Jorge Luis Borges, a quien visitó en Argentina.

Habla de Juan Rulfo, pero como tantos otros se queja de las traducciones.


Enlista las coincidencias entre India y Latinoamérica: ambas regiones han padecido regímenes dictatoriales, en ambas la religión es muy poderosa, en ambas existen marcadas diferencias entre ricos y pobres...

Promotor de la tradición oral, recuerda que gracias a que sus padres le contaban historias fue que descubrió su vocación por la narración y recomienda a los escritores ser fieles a la manera en que se habla en las calles y a que antes de empezar una novela definan la pregunta sobre la que rondará su historia.

Si hay algo que Salman Rushdie no pierde es el humor. “¿Cómo vive con una amenaza de muerte encima?”, pregunta una reportera durante una conferencia de prensa. “Con buena comida, sexo y literatura. Además, por si no lo sabía, el Ayatollah Khomeini ya murió hace bastantes años”, responde.

Añadirá minutos después que la persecución de la que fue objeto no cambió su literatura: “Modificó mi forma de vida, pero si observan mis libros son iguales y de hecho hay una especie de continuidad entre todos”.

Los organizadores del Hay Festival comentan que Sir Salman no viajó con medidas especiales de seguridad. El autor de Hijos de medianoche asegura vivir más tranquilo. Quizá sea verdad: por la noche del sábado 4 de octubre asiste a una fiesta del Hay Festival ante el asombro de propios y extraños.

Sobre política se manifiesta con la discreción de quien no quiere entrar en honduras. “Una agrupación como Estado Islámico debe ser enfrentada. No solo debe hacerlo Estados Unidos, se le deben sumar otros países”.

Finalmente reconoce que la fatwa que vivió fue el principio de lo que hoy se vive en Oriente Medio. “Hoy predomina el radicalismo. Se puede trazar una línea de tiempo con lo que sucede ahora. Pienso en cuáles son los alcances que pueden tener esas historias. En la historia de nuestra época prevalece el oscurantismo”.