El municipio de Loreto, al igual que el resto de la entidad, sufrió graves daños por el paso del huracán Odile, por lo que la Secretaría de Gobernación lo declaró en estado de emergencia en respuesta a la pronta solicitud que presentó el alcalde de la entidad, Jorge Alberto Avilés Pérez.
Las fuertes lluvias y los intensos vientos que se dejaron sentir en este municipio durante la noche del 14 y la madrugada del 15 de septiembre, cuando el meteoro tocó tierra en la península de Baja California, provocaron la suspensión de la energía eléctrica y de la comunicación de telefonía y móvil.
Bajo la supervisión del alcalde Jorge Alberto Avilés, en el municipio se instalaron con antelación 164 albergues temporales en previsión de los daños que pudiera ocasionar Odile, con capacidad para dar atención a quienes lo requirieran y en los que se encuentran decenas de familias que buscaron refugio después del paso del huracán.
Días previos al impacto del fenómeno meteorológico elementos de las secretarías de la Defensa Nacional y de la Marina-Armada de México, así como de la Policía Federal, realizaron labores de vigilancia y mantuvieron informada a la población del curso del huracán, que al paso de los días tomó fuerza y alcanzó la categoría 4 de las 5 en que se clasifican de acuerdo con la escala Saffir-Simpson.
Jorge Avilés informó en su momento que la mayoría de las 217 localidades del municipio, que colinda al norte con Mulegé y el Golfo de California, resultaron afectadas por la fuerza de los vientos y las tormentas, lo que provocó la interrupción de la comunicación por tierra, mar y aire durante casi dos días debido a la dificultad de los cuerpos de seguridad y rescate para trasladarse a las zonas de emergencia.
El presidente municipal de Loreto coordinó con diversas dependencias los trabajos que permitieron al paso de los días que las comunicaciones se fueran restableciendo y se lograra realizar un balance preliminar de los daños causados.
Avilés reportó que la ayuda federal y estatal comenzó a llegar para aliviar la situación de las familias damnificadas y del resto de la población, quienes demandaban sobre todo agua potable y alimentos no perecederos.
La prioridad para el alcalde Avilés Pérez, en concordancia con las autoridades estatales y federales, fue restablecer los servicios básicos de la población además de garantizar la integridad de los poco más de 13 mil habitantes del municipio, a quienes exhortó a no confiarse y a buscar refugio en alguno de los albergues días antes de la llegada del huracán a la península, sobre todo a quienes viven en lugares de alto riesgo o en casas construidas de material endeble.
Alertas
Como parte de las acciones preventivas realizadas en Loreto con la finalidad de preparar a la población para hacer frente a los efectos de las lluvias y los fuertes vientos que trajo consigo el huracán Odile, el alcalde ordenó que el Consejo Municipal de Protección Civil del municipio quedara instalado de manera permanente ante la peligrosidad del meteoro.
Jorge Alberto Avilés Pérez se mantuvo así en constante comunicación con los servicios de protección civil estatales y federales con el objetivo prioritario de garantizar la seguridad, la vida y la integridad física de todos los ciudadanos, para lo cual se pusieron en marcha los protocolos previstos para este tipo de fenómenos climatológicos.
La autoridad municipal llamó a la población a hacer caso de las indicaciones en esa situación de emergencia así como a sumar esfuerzos para no poner en riesgo el bienestar de las personas y con ello evitar desgracias que lamentar.
Como parte de las acciones preventivas se formaron equipos de trabajo para que en caso necesario se atendiera con prontitud y eficacia en los albergues.
El presidente municipal y otras autoridades locales realizaron recorridos por todas las colonias de la ciudad para verificar que se cumplieran las disposiciones de seguridad y protección civil con el propósito de reforzar la protección de los ciudadanos.
Estas acciones permitieron preservar la vida de los pobladores ante la fuerza del huracán Odile, que provocó graves daños en la infraestructura de cientos de casas, inundaciones y la interrupción de servicios públicos.
Al paso de los días, conforme se fue restableciendo la comunicación terrestre, marítima y por aire, fue posible la reparación de los servicios básicos y la distribución de alimentos y agua entre la población como medidas prioritarias de atención a los damnificados.
Mientras tanto autoridades de los tres niveles de gobierno procedieron a la evaluación de los daños en las vías de comunicación, la infraestructura de servicios básicos y de las viviendas afectadas para iniciar lo más rápido posible los trabajos de reconstrucción.
Según los últimos reportes del alcalde Jorge Alberto Avilés, hasta el cierre de esta edición, los servicios públicos siguen restableciéndose y el apoyo a los damnificados se multiplica en beneficio de miles de personas.