Lejos de impulsar la aprobación de una reforma migratoria, algunos legisladores del Partido Republicano piden que se envíen a la frontera sur estadunidense globos aerostáticos, aeronaves, drones, torres y sensores de vigilancia, contra los indocumentados que pretenden ingresar.
El líder del Comité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes, el republicano Michel McCaul, anunció que se solicitará al Congreso retomar el proyecto para que equipo de alta tecnología utilizado por el ejército estadunidense en Afganistán e Irán se use ahora para reforzar la seguridad en la frontera con México.
El legislador por Texas explicó que se presentará un plan de operaciones táctico para el despliegue de globos aerostáticos, aeronaves y sensores de vigilancia, entre otros, que sería aplicado en su frontera sur, pues destacó que se ha comprobado que esa tecnología está disponible y es una mejor opción que otras propuestas.
Esta es la segunda ocasión en que el representante McCaul y otros congresistas republicanos solicitarán al Departamento de Defensa el envío de equipo de alta tecnología a la frontera con México, lo que hicieron por primera vez en 2011.
Rechazo
La propuesta de los republicanos se presenta en el marco de la insistencia del presidente Barack Obama para sacar adelante una reforma integral que permita la regularización de millones de trabajadores indocumentados —gran parte de los cuales son de origen mexicano—, una promesa que hizo desde su primer periodo presidencial.
Y ante rechazo, el mandatario estadunidense anunció que actuaría por su cuenta si el Congreso no toma medidas para una reforma integral en migración.
Obama ha dicho que recurrirá incluso a diversas acciones ejecutivas que le otorga la Constitución como jefe del Ejecutivo, pero este camino también puede fracasar debido a que los republicanos amenazan con juicios e impugnaciones por extralimitación de sus facultades presidenciales.
De ahí que la esperanza de que se pueda regularizar la situación migratoria de millones de indocumentados en Estados Unidos en la actual administración, que concluye en 2016, se encuentra entrampada y con pocas posibilidades de lograr avances.
Parar deportaciones
Mientras tanto continúan las protestas de organizaciones pro migrantes en Estados Unidos que exigen el fin de las deportaciones de indocumentados, que suman casi 2 millones durante la administración de Barack Obama.
Para activistas como Eliseo Medina, uno de los principales dirigentes del movimiento Mi Familia Vota, lo más importante para esa organización es que terminen las deportaciones, ya que no hay una gran diferencia en términos del impacto legal entre acciones ejecutivas y medidas discrecionales que pidiera tomar el presidente Obama, ya que haga lo que haga los republicanos van a tratar de detener las decisiones.
Otros líderes en pro de la migración, como el director de la organización Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, esperan que Obama realice acciones ejecutivas sin el aval del Congreso para emitir disposiciones en materia migratoria que saque del empantamiento la reforma integral en la materia.
Amenazas
Y mientras prosiguen los jaloneos entre el presidente y los legisladores republicanos, la situación en la frontera entre México y Estados Unidos es delicada, ya que al peligro que corren miles de indocumentados que día con día tratan de ingresar a suelo estadunidense ahora se suma la vigilancia que realizan grupos de civiles para evitar su paso.
En las semanas recientes grupos antiinmigrantes armados se han desplazado en varios puntos de la frontera de Texas y Arizona para tratar de impedir el cruce de los indocumentados, ya sea por iniciativa propia o por pedido de propietarios de ranchos que denuncian el paso de personas por sus tierras.
El aumento de civiles se debe también a la llegada de miles de niños sin acompañamiento, lo que exacerba el sentimiento antiinmigrante y provoca enfrentamientos entre grupos que defienden a los migrantes y quienes los rechazan.
Analistas en Estados Unidos esperan que después de que el Congreso retome sus actividades a finales de septiembre se dé un anuncio por parte del presidente Obama en materia migratoria, lo que podría desatar nuevas confrontaciones con los congresistas republicanos que hasta el momento han obstaculizado cualquier intento de avance en este asunto.